El gobierno de Estados Unidos ordenó este martes 2 de diciembre una pausa inmediata en todas las aplicaciones migratorias, incluidas las de residencia permanente y de ciudadanía estadounidense, presentadas por inmigrantes de los 19 países con prohibiciones o restricciones de viaje desde junio pasado.
Según un memorándum del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS por sus siglas en inglés), la suspensión, que afecta a naciones como Cuba y Venezuela, se realiza “en espera de una revisión exhaustiva” e “independientemente de la fecha de entrada” de las personas extranjeras.
De acuerdo con el documento, se ordena además realizar un análisis exhaustivo de todas las solicitudes migratorias aprobadas para personas de estos países que ingresaron a Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2021, cuando el expresidente Joe Biden inició su mandato.
Según USCIS, el proceso de nueva revisión se hará de manera individualizada, caso por caso, y podría requerir una entrevista con el extranjero “para evaluar completamente todas las amenazas a la seguridad nacional y pública”, así como “cualquier otra causal de inadmisibilidad o inelegibilidad”.
La agencia confirmó asimismo que, entrevistas para green cards, ceremonias de naturalización, solicitudes de ajuste de estatus y otros beneficios migratorios han sido cancelados sin previo aviso.
De igual manera, abogados de inmigración, organizaciones comunitarias y personas afectadas confirmaron que han sido canceladas sin previo aviso ceremonias de naturalización para personas que debían juramentar esta semana como ciudadanos estadounidenses, a la vez que han sido borradas del sistema las citas para entrevista de ciudadanía, previstas desde hacía meses, o enviada una comunicación electrónica.
Una fuente de USCIS declaró Café Fuerte que la medida comenzó a implementarse desde este lunes, “por orientación del más alto nivel”.
“La administración Trump está haciendo todo lo posible para garantizar que las personas que se convierten en ciudadanos sean las mejores entre las mejores. La ciudadanía es un privilegio, no un derecho”, indicó un comunicado enviado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la noche de este martes.
Se calcula que esta medida tenga efecto inmediato en más de 1.5 millones de personas con asilo pendiente y en más de 50.000 refugiados y asilados aprobados durante la administración Biden, que podrían ser reevaluados.
La administración de Donald Trump ha dejado claro que “nada está fuera de la mesa” hasta que cada extranjero sea reevaluado con el “máximo nivel de escrutinio”.
Los 19 países afectados son los mencionados en una proclama presidencial de junio sobre la “Restricción de entrada de extranjeros para proteger a Estados Unidos de terroristas foráneos y otras amenazas de seguridad pública”.
Hay que recordar que la pausa en el procesamiento de los casos de asilo y de las solicitudes de residencia permanente fueron anunciados desde el pasado 27 de noviembre.
Ahora, al congelar las entrevistas y los actos de naturalización, EE.UU. acaba prácticamente con todos procesos legales de beneficio migratorio.
Estas medidas llegan después de que un afgano asilado en Estados Unidos atacara la semana pasada a dos guardias nacionales en Washington DC y causara la muerte de una de ellos.
Tras el ataque Trump amenazó con suspender de manera permanente la inmigración de todos los países del Tercer Mundo, eliminar los beneficios y subsidios federales para los no ciudadanos, y desnaturalizar a los inmigrantes que “socaven la tranquilidad nacional”.
