El Memphis Flyer cuenta esta semana la historia del chef estadounidense Kyle Gairhan, un hombre que pasó de organizar tours culinarios en Cuba a preparar la apertura de una cocina solidaria en pleno centro de La Habana Vieja.
Gairhan, de 40 años, creó en 2019 Buen Sabor Tours, una iniciativa que llevó a cientos de estadounidenses a conocer la gastronomía cubana bajo la licencia “Support for the Cuban People” de la OFAC, un mecanismo que permite viajar a la isla siempre que se apoye directamente a ciudadanos y emprendimientos privados.
Sus viajes incluían visitas a restaurantes icónicos como La Guarida o Sloppy Joe’s, clases de cocina y recorridos en autos clásicos. Pero, según relata al Memphis Flyer, con cada visita le resultaba más difícil ignorar la realidad que veía en las calles: personas pidiendo pan, madres buscando algo para alimentar a sus hijos y ancianos que no pedían dinero, sino cualquier alimento disponible. “La comida cuesta casi lo mismo que en Estados Unidos, pero la gente gana 10 o 20 dólares al mes”, explica. “Era imposible no hacer algo”.
Ya en el 2021 lanzaba una campaña.
En la primavera pasada fundó la organización sin fines de lucro Cuban Aid Alliance.
Más tarde comenzó a trabajar en su proyecto más ambicioso: Un Plato Más, una cocina solidaria que abrirá en diciembre en un edificio colonial del siglo XVIII en La Habana Vieja, una zona con altos niveles de población sin hogar. El local no tiene capacidad para comensales, por lo que al inicio solo funcionará como cocina y centro de distribución de comidas preparadas.
Gairhan planea estar la mayor parte del tiempo en Cuba, viajando ocasionalmente a Memphis, mientras una secretaria cubana administrará el espacio en su ausencia. La cocina servirá platos cubanos con variaciones propias: cerdo desmechado con salsa barbacoa de guayaba, brochetas de pollo al mojo con plátano y vegetales, y otras recetas elaboradas con ingredientes locales “pero con un giro distinto”.
El chef no descarta vender algunos cocteles —principalmente a base de ron— y ya organiza viajes de voluntariado de cinco días para quienes quieran colaborar en la cocina.
Su ambición no termina ahí. Como dijo al Memphis Flyer, su meta final es comprar una finca para autoabastecerse y abrir nuevas cocinas solidarias en otras ciudades cubanas.





