A finales de noviembre de 2024 una noticia sacudió al mundo del espectáculo «rap hip-hop» estadounidense: el cantante Drake había demandado a Universal Music Group (UMG) y a Spotify, acusándolos de inflar artificialmente el éxito de “Not Like Us” de Kendrick Lamar. Y no solo eso.
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El suceso se originó en plena guerra de tiraderas entre ambos, con reclamaciones por parte del canadiense de ofensas por parte de Lamar en algunas de sus canciones. Hoy, esa historia tiene un giro decisivo: una jueza federal en Nueva York desestimó la demanda por difamación de Drake contra UMG, al concluir que los versos polémicos de la canción constituyen opinión no accionable dentro del contexto de un “rap battle”, señala AP News.
La magistrada Jeannette A. Vargas sostuvo que un oyente razonable no interpretaría las acusaciones de la letra —incluida la de llamar a Drake “pedófilo certificado”— como declaraciones de hechos verificables, sino como hipérbole típica del género y del cruce de disses entre ambas superestrellas. Con ese razonamiento, echó abajo el reclamo por difamación que el canadiense había presentado contra su propio sello (y no contra Lamar).
La decisión llega tras meses de vaivenes judiciales y mediáticos en torno a una de las disputas más seguidas de la cultura pop reciente. UMG celebró el fallo en clave de libertad artística, mientras el equipo de Drake anticipó que apelará, de acuerdo con los reportes citados por The Guardian.
La revista Rolling Stone enmarcó la derrota legal de Drake dentro de ese telón de fondo, mientras que la agencia Reuters reseñó cómo el veredicto también refrenda el lugar que “Not Like Us” ocupó en 2024–2025: además del dominio en listas, el tema ganó Grammy a Grabación y Canción del Año y se convirtió en el latido cultural de una temporada marcada por la actuación de Lamar en el Super Bowl.
¿Y por qué esto le importa a la NFL? Porque, como apuntó NBC Sports, la liga obtiene un “triunfo indirecto”: al cerrarse el caso, se diluye el riesgo de que el Super Bowl y su espectáculo de medio tiempo quedaran pegados a la controversia judicial en futuros trámites.
La batalla legal de Drake contra su discográfica por “Not Like Us” termina —por ahora— en punto muerto. El fallo refuerza una máxima que los juristas repiten cuando el rap entra a los tribunales: el contexto importa. Y en un campo donde la exageración, el “trash talk” y las metáforas son parte del juego, no todo insulto rimado es difamación.
Que haya inflado o no el tema artificialmente, está por decidirse. Lo que sí está claro que «la arrastrá por piso», contribuyó al éxito del tema y, como dice la jueza Vargas, ná que ver con ná que ver: no es difamación.
