Un reporte ciudadano difundido en redes pide ayuda para identificar a la víctima y confirmar un presunto asesinato ocurrido la noche del domingo 28 en Delicias (Manacas), municipio Santo Domingo, Villa Clara.
Según la alerta publicada por el activista @nioreportandouncrimen, un campesino que hacía guardia para cuidar vacas y otros animales habría sido ultimado, y los atacantes se llevaron el ganado. La publicación subraya que, hasta ahora, no se ha hecho público el nombre del fallecido y solicita a quienes tengan datos que los compartan de forma privada.
En los comentarios vistos en las redes, hechos por internautas que amplificaron y/o dieron a conocer la noticia, vecinos de la zona expresaron consternación por lo ocurrido en una comunidad que, según relatan, solía caracterizarse por la tranquilidad.
La mención a Delicias/Manacas —un asentamiento rural muy próximo al centro penitenciario del municipio— fue reproducida por páginas locales que replicaron el aviso, aunque sin añadir detalles verificables sobre levantamiento del cadáver, número de reses sustraídas o posibles detenidos. A esta hora, no hay parte oficial del Ministerio del Interior ni cobertura en la prensa estatal sobre este hecho específico.
El contexto provincial ayuda a dimensionar el suceso. Villa Clara acumula desde hace años algunos de los peores indicadores de hurto y sacrificio de ganado en Cuba. En 2023, medios oficiales reportaron que la provincia llegó a perder un promedio de 53 cabezas de ganado mayor por día solo en el primer trimestre, cifra que la situó a la cabeza del país.
Tal vez quieras consultar esta etiqueta, donde se habla sobre los matarifes en Villa Clara y otras provincias del país.
Ese telón de fondo incluye también respuestas penales severas: en febrero de 2024, un tribunal impuso cadena perpetua a un acusado por asesinato y robo de ganado en Villa Clara, un fallo que las autoridades presentaron como mensaje disuasorio frente a la escalada delictiva en el campo, pero que en la concreta no frena absolutamente nada.
La zona de Santo Domingo ha estado especialmente expuesta. En 2023, América TeVé informó de la detención de un presunto ladrón de ganado denunciado por campesinos de Manacas y Mordazo, con actividad sostenida en ese corredor rural. Los productores se quejaban entonces de patrullajes insuficientes y de la necesidad de organizar guardias nocturnas para proteger sus reses.
Si se confirma la información del domingo, estaríamos ante un asalto letal en contexto de abigeato, una modalidad que combina violencia directa con sustracción de animales para sacrificio y reventa.
Patrullas campesinas y violencia rural en Cuba: vigilancia vecinal frente a una ola de robos de ganado
Ante el auge del hurto y sacrificio de reses, en distintos territorios de Cuba han reaparecido o se han organizado “patrullas campesinas”: rondas nocturnas de productores y cooperativistas que se turnan para vigilar cercas, potreros y vaquerías. Mientras las fincas y vaquerías se están defendiendo con ingenio y autogestión, los datos y los hechos violentos confirman que la seguridad rural es hoy uno de los frentes más frágiles de la isla.
La fórmula, impulsada en coordinación con estructuras locales de la ANAP, surgió como respuesta comunitaria a lo que muchos productores describen como una inacción o insuficiencia policial, especialmente en zonas apartadas. En 2023 y 2024, medios independientes registraron patrullajes a pie, en bicicletas o a caballo, así como sistemas de alarma caseros —campanas y discos de arado colgados de árboles para alertar a los vecinos—, extendidos en áreas rurales del centro y oriente del país.
El telón de fondo es una delincuencia rural en ascenso. Tras una leve caída a inicios de año, Cuba reportó un repunte de los delitos contra la masa ganadera en 2025, según notas y análisis difundidos por la prensa oficial.
La señal coincide con balances provinciales que, desde 2023, venían advirtiendo de picos de incidencia en municipios ganaderos de Sancti Spíritus y en corredores rurales de Villa Clara. En esa provincia espirituana, por ejemplo, la prensa local situó a Trinidad, Fomento, Cabaiguán, Sancti Spíritus y Taguasco entre los territorios con mayores reportes de hurto y sacrificio, mientras informaciones más recientes hablaron de miles de “ilegalidades” acumuladas en la rama ganadera.
El fenómeno tiene costes humanos, no solo económicos. En Santiago de Cuba, el campesino Agustín Pellicer, de casi 70 años, fue asesinado en su vivienda en junio de 2025: lo ataron de pies y manos, lo golpearon y trataron de ocultar el cuerpo, según reconstrucciones periodísticas y testimonios vecinales. El crimen estremeció la zona y reforzó la percepción de que el abigeato ya no es únicamente un delito patrimonial, sino un circuito delictivo que escaló en violencia.
En Cienfuegos, zona de Juraguá, municipio de Abreus (a pocos kilómetros de Yaguaramas), el caso más emblemático de violencia rural terminó en cadena perpetua: el 14 de febrero de 2024, el Tribunal Provincial condenó al autor del asesinato de un ganadero ocurrido en 2023, un ataque vinculado al robo y sacrificio de su res.
Aunque el parte televisivo no dio el nombre, medios independientes confirmaron que se trataba de Yordany Díaz, ultimado cuando intentó defender su ganado. La sentencia —presentada como “ejemplarizante”— fue ampliamente reseñada por prensa oficial y no estatal, que ubicó el hecho dentro del corredor rural donde los productores denuncian abigeato recurrente.
A nivel nacional, la narrativa oficial admite el repunte reciente del delito ganadero y muestra condenas severas como respuesta —incluidas sanciones ejemplarizantes en provincias centrales—, mientras los productores insisten en medidas de prevención “de abajo hacia arriba”: más iluminación, cercas en regla, control de compra-venta de carne y rondas vecinales coordinadas. La tensión es evidente: las patrullas campesinas logran disuasión en algunos puntos, pero no sustituyen una respuesta institucional sostenida con investigación criminal, control de redes de sacrificio y circuitos de reventa.
Nota: Esta cobertura se basa en reportes ciudadanos y antecedentes documentados en medios. Actualizaremos la información si surge un parte oficial o testimonios directos verificados sobre el hecho.
