Una madre de Santiago de Cuba recurrió a las redes para rogar noticias de su hijo, Roberto Lavadi Grillo, a quien no ve desde hace 20 años.
En un mensaje difundido por el activista @nioreportandouncrimen, la mujer pidió “ayuda con el corazón en la mano” y contó que lo último que supo —hace dos años— es que su hijo estaba preso en una cárcel de Miami. También señaló que el padre del joven, Roberto Lavadi Grajales (57), se habría mudado a Nebraska “hace cuatro años”, por lo que carece de contactos en EE. UU. para orientarla.
La publicación activó de inmediato una red de solidaridad y, también, de especulaciones. Decenas de usuarios dejaron comentarios con posibles pistas y consejos prácticos para localizar a un recluso en Florida.
Varios usuarios aseguraron que, por los cargos que figuran en su expediente, “se va a demorar en verlo” y que el registro indicaría salida en 2039. Otros, con tono crudo, calificaron al joven como “tremenda joyita, el bebé” o “el bb”, aludiendo a delitos como homicidio en segundo grado, agresión con felonía y robo con allanamiento.
Entre los comentarios también hubo empatía hacia la madre (“pobre madre”, “si no la van a ayudar, no juzguen”) y llamados a aportar datos útiles: nombre completo, número de preso, condado y hasta preguntar “en qué parte de Nebraska vivirá el padre” para lograr un contacto.
Otros testimonios reforzaron la idea de que, con condenas serias, “todavía debe estar preso” y que, aunque la suma de cargos asusta, en Florida las penas pueden correr a la vez —de ahí la fecha proyectada—. En paralelo, más de un usuario pidió bajar el tono del juicio moral y enfocarse en ayudar a una madre que, tras dos décadas, solo quiere saber si su hijo está bien.
Varios afirmaron, sin aportar enlace directo, que un registro penitenciario mostraría fecha de liberación para 2039 y cargos graves (homicidio en segundo grado, agresión como felonía, robo con allanamiento y gran robo). Otros, en cambio, recordaron que en Florida las condenas pueden correr de forma concurrente, lo que explica que la suma aritmética de penas no coincida con la fecha proyectada de salida. Entre la empatía y el juicio sumario, emergieron las respuestas más descarnadas: “Está preso por serios cargos”, “Se va a demorar en verlo”, “pobre madre”.
