El querido comediante, actor y director de televisión cubano Ulises Toirac, recordado por generaciones gracias a su icónico personaje de “Chivichana” en el programa humorístico “¿Jura decir la verdad?”, sorprendió a sus seguidores con una confesión íntima y valiente en su perfil de Facebook. El lunes 25 de agosto, Toirac decidió hablar abiertamente sobre su estado de salud, consciente de que su ausencia parcial en redes podría dar pie a rumores.
“No sé bien cómo dar malas noticias, pero no quisiera que el cambio de mis hábitos en las redes y en la vida pública genere chuchuchú. Así que, sin drama, ahí va”, comenzó el artista en una publicación que rápidamente generó una ola de mensajes solidarios.
Toirac explicó que en marzo del año pasado fue diagnosticado con una degeneración macular en el ojo derecho, enfermedad ocular progresiva que afecta la zona central de la retina, encargada de la visión fina y detallada. “La mácula es la zona que permite descifrar letras, identificar rostros, toda la cosa que requiere más exactitud. Esa zona se deforma y provoca que las líneas se vean torcidas y la imagen se vuelva borrosa”, detalló en su texto.
Se trata de una condición incurable en la actualidad, aunque existen tratamientos que pueden ralentizar su avance. En su caso, recibió inyecciones de Avastin, un medicamento inicialmente creado para algunos tipos de cáncer, pero que ha mostrado efectividad en pacientes con degeneración macular húmeda. Gracias a esa intervención, logró estabilizar el problema en el ojo derecho, aunque perdió la capacidad de distinguir letras o reconocer rostros con él.
La parte más dura de su mensaje llegó cuando confesó que hace apenas unos días comenzó a notar síntomas en el ojo izquierdo. Tras acudir al hospital, los médicos confirmaron que el proceso había comenzado también en ese lado, aunque en fase inicial. “En este momento las líneas comienzan a deformarse y se hace bastante complicado escribir o leer”, explicó con total sinceridad.
Con esa noticia, Toirac anticipó que sus seguidores notarán cambios en su actividad pública y digital. Sin embargo, lejos de adoptar un tono fatalista, quiso dejar claro que seguirá fiel a su espíritu humorístico: “Por supuesto, voy a seguir jodiendo, haciendo chistes y diciendo lo que pienso. Ya encontraré la manera si se agudiza el tareco ese”.
La publicación se llenó de comentarios cargados de cariño, respeto y admiración hacia el comediante, quien durante décadas ha sido un referente del humor cubano tanto en la televisión nacional como en escenarios internacionales. Figuras de la cultura, colegas del gremio y miles de seguidores le enviaron mensajes de aliento, reconociendo su valentía al compartir una situación tan personal.
Más allá de la noticia médica, muchos destacaron el optimismo con el que Toirac enfrenta el diagnóstico, una actitud que ha sido marca registrada en su carrera. Desde su etapa en programas icónicos de los años 90 hasta su presencia actual en redes sociales, ha cultivado un estilo de humor que combina la agudeza crítica con la ternura popular.
