Un fragmento de audio atribuido a un locutor de Radio Reloj ha desatado comentarios y críticas en redes sociales. No son tantos, pero si hablamos de radio, la publicación vista en redes nos trae a nuestros oidos el eco de la frase coloquial que ya se ha convertido en una especie de slogan a la hora de hablar de las cosas absurdas que suceden: “¡Tato, ¿qué cosa es esto, mi hermano? ¡Apágame eso ahí!”. Y si hablamos de Radio Reloj, algunos hasta evocan la decadencia de un medio que alguna vez fue símbolo de rigor e información en la locución cubana.
El material, compartido en Facebook por el periodista y crítico cultural Jaime Masó, muestra a un joven en cabina leyendo con tropiezos, pausas mal colocadas y un tono forzado que provocó la burla inmediata de muchos oyentes.
Los comentarios dejaron poco espacio a la indulgencia. El pianista Yaisel Madrigal, que conoce de primera mano el sacrificio detrás de abrirse paso en un medio, fue más técnico en su crítica: “Cuando hablamos de romper cadenas habladas, poner signos de puntuación donde no van, engolar o emplear dislalias culturales, estamos hablando de errores graves en la locución”. Otro recordó con nostalgia: “De niña me gustaba escuchar Radio Reloj. Hoy no queda nada de aquello”.
En medio de la avalancha de opiniones, el locutor Edy Mora salió al paso en defensa de la profesión.
“Ni buenos, ni malos. Tomar un minuto de Radio Reloj, hacer burla de un principiante para publicar en redes y decir lo que antes preferir callar…”, escribió, reprochando lo que consideró un linchamiento innecesario. Su comentario fue interpretado por algunos como un intento de justificar al joven en cuestión o incluso como una defensa personal, aunque no hay confirmación de que él mismo fuera la voz del polémico audio.
La discusión se tornó aún más áspera cuando otro colega, que se identificó como Elo Carnet, respondió con orgullo a Mora, recordando su paso por Radio Reloj: “Soy a mucha honra locutor de primer nivel, guantanamero… estuve haciendo turnos de madrugada y luego en las noches, mientras trabajaba en la cocina del Hotel Capri. Ahora vivo en Brasil, orgulloso, libre, y con alma de guajiro guantanamero”, en lo que parece ser una respuesta a un comentario que fue borrado.
El episodio revela un trasfondo más profundo: la crisis de formación y de calidad en los medios estatales. Radio Reloj, emblema de la radiofonía cubana por su estilo único de dar la hora minuto a minuto, hoy aparece en las redes no por la precisión de sus noticias, sino por un audio que exhibe carencias profesionales y abre un debate sobre el deterioro de la locución en la Isla.
Y Uds., ¿qué opinan? Escuchen
