En Pedro Betancourt, Matanzas, un asalto a un vendedor de dólares terminó con una escena que muchos califican de insólita: un hombre detenido, amarrado con una soga en lugar de esposas, transportado en una moto entre dos supuestos policías. El hecho ocurrió este miércoles, cuando, según testigos, un grupo de personas citó a la víctima para una supuesta transacción de divisas y, al salir de su casa, lo asaltó violentamente. El dinero no ha sido recuperado.
En el video que circula en redes se ve al detenido, visiblemente incómodo, sentado en medio de dos hombres que lo sujetan mientras avanzan por la calle en una moto. No hay patrulla ni esposas.
La imagen ha generado burlas, indignación y dudas: varios usuarios afirman que uno de los que aparece en la moto ni siquiera sería policía, sino un posible cómplice que habría llegado para “rescatar” al detenido.
La escena ha provocado una oleada de comentarios sarcásticos y críticas directas a la Policía Nacional Revolucionaria. Algunos se preguntan cómo es posible que los agentes salgan a realizar detenciones “sin los instrumentos básicos de trabajo”, mientras otros apuntan que en Cuba “las esposas solo aparecen para los opositores”.
El caso ha coincidido con otra información difundida por la página oficialista Con Todos la Victoria, que reportó la captura de una banda por robo con violencia en el cercano municipio de Jovellanos, también en Matanzas. Allí, según la publicación, fueron detenidas varias personas implicadas en el robo de animales en la finca Junco, donde maniataron a los custodios para perpetrar el delito.
La proximidad de ambos municipios y la coincidencia de noticias ha llevado a algunos internautas a comparar la respuesta policial en los dos casos. Mientras en Jovellanos la nota oficial menciona nombres y delitos, en Pedro Betancourt lo que circula es un video improvisado que deja más preguntas que respuestas.
En las redes, el escepticismo crece. Hay quien asegura que este tipo de detenciones “son puro show” y que, como en tantas ocasiones, el detenido estará libre en pocas horas. Otros, más irónicos, proponen que se edite el video y se suba a Netflix como parte de una serie cómica. Sin embargo, no faltan las voces que señalan la gravedad del hecho: un asalto violento, dinero desaparecido, y una autoridad que, al menos en la escena grabada, parece actuar con medios precarios y en condiciones que rayan lo improvisado.
En Matanzas, como en buena parte del país, la delincuencia gana visibilidad. Y si algo deja claro este episodio es que la confianza en las instituciones sigue amarrada, como el detenido, con una simple soga.
