Las redes sociales arden a esta hora, cuando cientos de personas arremeten contra la ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, tras sus polémicas declaraciones sobre la mendicidad en la isla.
“Hemos visto personas aparentemente mendigos. Cuando usted le mira las manos, cuando usted le mira las ropas que llevan esas personas, están disfrazados de mendigos. No son mendigos. En Cuba no hay mendigos”, afirmó la funcionaria durante una de las sesiones del parlamento cubano.
Además, la titular, que ahora mismo podría estar incluso a punto de ser destituida, después de que su intervención fuera borrada de las páginas oficiales y hasta el mismísimo mandatario Miguel Díaz-Canel la criticara, tildó a estas personas de “borrachos, simuladores e ilegales”, atribuyó la pobreza visible al “egoísmo individual” y negó la existencia de hambre.
Muchos internautas, entre los que se encuentran numerosas personalidades de la cultura cubana, han reaccionado ante un discurso que han catalogado de insensible.
“Ni un solo diputado o participante en el cónclave le salió al paso a la ministra. Y termina saliendo el humito blanco por la chimenea del Palacio de Convenciones. De lo que se desprende que absolutamente todos los que estaban allí piensan de igual manera y tienen la misma percepción de lo que nos rodea”, opinó sobre “algo muy serio” el reconocido actor cubano Luis Alberto García.
“No tienen vergüenza”, criticó por otra parte el humorista cubano Rigoberto Ferrera. “Dicen que en Cuba no hay mendigos, que son gente disfrazada de mendigos… ¿Será que también hay gente disfrazada de ministros y ministras?”, cuestionó.
En tanto, el también comediante cubano Luis Silva, quien interpreta al popular personaje de Pánfilo, presentó una adaptación de la célebre canción “El muerto vivo”, bajo el título irónico de “No eran mendigos, estaban disfrazados”.
“Hoy en la mañana este señor que vive en un chalet con todas las comodidades decidió no desayunar en su casa y disfrazarse de mendigo para salir a recorrer los basureros de La Habana. Tiene el refrigerador repleto de la comida que adquiere en la bodega y la casilla del barrio, sin embargo es una vida más fácil irse a bucear en los tanques de basura y comerse directamente de ahí lo que aparezca medio podrido”, denunció asimismo el escritor Guillermo Rodríguez Sánchez al pie de un video que muestra a un señor comiendo de la basura.
“Usted no tiene ni la autoridad moral ni la vergüenza para negar algo que está a la vista de todos. Mientras usted da discursos vacíos en aires acondicionados, hay ancianos durmiendo en los portales, mujeres rebuscando en la basura y enfermos mentales vagando sin atención. No mienta más: la calle la desmiente todos los días”, expresó por otro lado el activista y periodista José Luis Tan Estrada.
Igualmente, ha trascendido que el hijo de la ministra vive actualmente en Miami, Estados Unidos. “Se disfrazó el muchacho de capitalismo como mismo la gente en Cuba de mendigos”, se burló Rodríguez Sánchez.
Los cierto es que, en un país donde el 89% de las familias vive en pobreza extrema, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, negar la existencia de la mendicidad resulta no solo insensible, sino ofensivo.
