La magia de Lionel Messi volvió a brillar con luz propia en el escenario del Mundial de Clubes, cuando este jueves 19 de junio de 2025, el argentino marcó un golazo decisivo desde tiro libre que permitió a Inter Miami imponerse 2‑1 frente al FC Porto, de Europa, en el Mercedes‑Benz Stadium de Atlanta. La conquista de Messi fue tan impactante como simbólica: a sus 37 años, el astro argentino resucita cada vez que el balón besa su zurda, confirmando que «El Rey Messi» sigue reinando, aunque ahora lo haga desde Miami.
El partido arrancó con un temprano gol de penal para Porto, firmado por Samu Aghehowa, que encendió las alarmas en la hinchada interista. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar: al minuto 47, el mediocampista venezolano Telasco Segovia emparejó el marcador tras cabecear un preciso centro de Marcelo Weigandt, devolviendo la esperanza al equipo de la MLS.
Ya en el minuto 54 llegó el momento mágico. Messi se posicionó frente a la barrera rival, pausó el balón… y con una ejecución perfecta clavó la pelota en la escuadra superior derecha, dejando sin opciones al portero Claudio Ramos. Una verdadera obra maestra que desató el éxtasis en el Mercedes‑Benz Stadium, donde una oleada de cánticos de “¡Messi! ¡Messi!” invadió el ambiente .
La repercusión no se hizo esperar: medios como Associated Press y TeleMundo resaltaron la influencia de Messi en el triunfo, con menciones a su fabulosa temporada en la MLS —10 goles y 6 asistencias en 12 partidos— y a la atmósfera casi local que envuelve a su afición, fiel seguidora aunque esté fuera de casa .
Con el triunfo, Inter Miami se coloca en segundo lugar del Grupo A, justo detrás de Palmeiras, su próximo rival, con una buena chance de avanzar a la siguiente fase. Pero, más allá del resultado, lo que realmente quedó grabado fue el mensaje implacable: El Rey Messi no ha muerto, simplemente cambió de trono, y hoy lidera su reino futbolero desde la costa de Florida.
La caída del otro “Rey”: PSG derribado por Botafogo
En otro capítulo sorprendente del Mundial de Clubes, también el jueves 19 de junio, Paris Saint‑Germain (PSG), uno de los grandes favoritos al título europeo, sufrió un golpe inesperado: cayó 1‑0 ante el brasileño Botafogo en Pasadena, California. El autor del gol fue Igor Jesus, con un disparo en el minuto 36 que, tras un desvío, venció al arquero Gianluigi Donnarumma, según pudo apreciarse en las imágenes.
A pesar de dominar el balón (aproximadamente 75 % de posesión y 16 tiros al arco por solo 4 del rival), el conjunto francés no logró romper la defensa férrea del equipo sudamericano . Incluso tuvieron un gol anulado en el minuto 79, que alimentó aún más la frustración .
Este resultado marca una sorpresa mayúscula en el torneo: PSG llegaba tras una goleada 4‑0 al Atlético de Madrid, con aspiraciones de dominar Grupo B. Sin embargo, ahora ve comprometida su clasificación, dependiendo de una victoria en la última jornada ante Seattle Sounders.
Mientras tanto, Botafogo, reciente campeón de la Copa Libertadores, se perfila con seis puntos y gran moral. Su técnico Renato Paiva destacó la unidad y compromiso del plantel, afirmando que “la clave fue jugar como un equipo, defendiendo y atacando juntos”. Para PSG, no solo se trata de una derrota en el marcador, sino de una herida al orgullo y una advertencia: su corona como campeón de las Champions de este año está seriamente en jaque.
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