Para finalizar el año 2024, Mireddys González compartió en redes sociales una profunda reflexión sobre su proceso de divorcio y judicial con Daddy Yankee, tras casi tres décadas de matrimonio y en medio de la intensa atención mediática que ha rodeado a la pareja.
Con la intención de brindar claridad y compartir su visión personal, González dejó en claro que sus palabras nacen “desde el corazón” y no buscan la aprobación de los demás.
La empresaria y madre de dos hijos explicó que, aunque siempre ha valorado la privacidad de su familia, consideró importante emitir esta declaración ante la magnitud del momento.
“Como se ha hecho público, actualmente estoy enfrentando un proceso de divorcio con Ramón Ayala Rodríguez, quien fuera mi esposo por los pasados 29 años. Quiero dejar claro que he tratado de que esta decisión sea tomada con madurez, respeto mutuo y buscando siempre lo mejor para ambos y nuestra familia”, escribió en su publicación de Instagram.
González también agradeció el apoyo recibido durante esta etapa y destacó que este proceso no solo implica un cambio personal, sino también profesional.
“Las empresas y proyectos que construimos juntos durante 29 años representan mucho más que un esfuerzo económico, con el resultado de apoyar incondicionalmente a tu pareja, de noches sin dormir, de decisiones difíciles tomadas con un propósito común”, añadió, subrayando el rol crucial que desempeñó en el legado artístico y empresarial del reguetonero.
Asimismo, lamentó la cobertura mediática que ha acompañado el divorcio, en la que, según ella, su contribución a la carrera de Daddy Yankee ha sido reducida a especulaciones y comentarios desafortunados de personas ajenas a su historia.
Con ello, recordó el papel que ha jugado en la carrera del puertorriqueño durante estas décadas, donde “aporté mi visión, mi tiempo y mi dedicación para construir lo que hoy se conoce como un legado”, y para la persona que no deja de reconocer que fue “el más grande del género urbano”.
“Hoy elijo seguir adelante con dignidad, buscando justicia, equidad, pero sobre todo paz. Espero servir de ejemplo para que comprendamos que detrás de cada historia pública hay seres humanos que merecen respeto”, enfatizó.
