La respuesta a la crisis provocada por Helene podría ser un factor decisivo en las próximas elecciones, alterando el equilibrio político en Carolina del Norte y afectando las perspectivas del Partido Demócrata en esta contienda tan reñida.
La gestión de desastres se ha convertido en un tema central para los votantes norteamericanos de cara a las elecciones en Estados Unidos cada cuatro años. Tengamos en cuenta que las elecciones, donde demócratas y republicanos luchan por el control político de los EE.UU. ocurren en noviembre, y los meses de mayor actividad ciclónica son septiembre y octubre.
Es así que, los afectados, siempre esperan una respuesta rápida y efectiva para enfrentar las consecuencias de las tormentas que les afectan, y si esta no viene, cargan contra el partido político que está en el poder. Y no, no ocurre solo en los Estados Unidos.
CNN señala en una nota que la respuesta del gobierno ante la devastación causada por el huracán Helene en Carolina del Norte ha generado fuertes críticas, poniendo en riesgo el apoyo de los votantes demócratas en el estado.
Helene, que impactó la región a finales de septiembre, dejó una estela de destrucción en el oeste de Carolina del Norte, donde miles de residentes han enfrentado cortes de energía, viviendas destruidas y carreteras intransitables.
Organizaciones de ayuda voluntaria, como Operation Airdrop y Operation Helo, han liderado los esfuerzos de socorro, criticando la ausencia de una respuesta efectiva por parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y la falta de apoyo militar durante los primeros días de la crisis.
Según testimonios recogidos en medios como CNN, estas organizaciones señalaron que, a más de una semana del desastre, «todavía no hay FEMA ni ayuda militar significativa» en las áreas afectadas. Esto ha provocado un descontento generalizado entre los residentes, quienes esperaban una respuesta más rápida y efectiva.
A medida que se aproxima la temporada electoral, el manejo de la emergencia por parte del gobierno federal y estatal podría tener implicaciones significativas para los demócratas.
La falta de asistencia ha sido señalada como un posible factor que podría reducir la participación de votantes en los condados más afectados, muchos de los cuales tienen un historial de votar por el Partido Demócrata. A pesar de que la administración Biden-Harris anunció ayudas de emergencia, como pagos inmediatos de $750 para las personas afectadas, estas medidas han sido consideradas insuficientes frente a la magnitud de la destrucción.
La situación es particularmente preocupante en un estado clave como Carolina del Norte, donde cada voto cuenta en elecciones nacionales. Los problemas logísticos, como el cierre de oficinas electorales y la falta de servicios postales en muchas áreas, han complicado el proceso de votación por correo y la reapertura de centros de votación. Esto podría afectar la capacidad de los votantes para ejercer su derecho al sufragio de manera oportuna.
Además, líderes locales han planteado la necesidad de extender plazos para la votación y proporcionar recursos adicionales para garantizar que los afectados por Helene puedan participar en las elecciones. Sin embargo, la demora en tomar estas decisiones podría aumentar el descontento de la comunidad afectada, poniendo en riesgo el apoyo a los demócratas en un estado que tradicionalmente se encuentra en la balanza entre ambos partidos.
En las elecciones de 2020 en Carolina del Norte, el demócrata Roy Cooper fue reelegido como gobernador. Cooper derrotó al candidato republicano Dan Forest con el 51.5% de los votos frente al 47% de Forest.
Roy Cooper sigue siendo el actual gobernador de Carolina del Norte, ya que inició su segundo mandato en enero de 2021.
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