Hay heridas que no cicatrizan con el paso del tiempo ni se borran con una canción. Así lo dejó claro la actriz y humorista cubana Zajaris Fernández, quien rompió el silencio con una serie de confesiones que han sacudido al mundo del entretenimiento cubano. En un acto de profunda vulnerabilidad, Zajaris se quitó la máscara de la comedia para mostrarse como una mujer rota, pero también reconstruida a fuerza de soledad y coraje.
Todo comenzó con el estreno de “A mí”, el más reciente tema del rapero contestatario Al2 El Aldeano, expareja de la actriz. Aunque la canción se presenta como un desahogo romántico, para Zajaris fue un detonante. Ella, que hasta entonces había mantenido una postura serena sobre su ruptura, decidió acudir a Instagram para contar su versión. Y no fue precisamente una respuesta musical, sino una confesión cruda y directa que dejó sin aliento a más de uno.
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“Para ti, que me decías vieja, y que era una ridícula por hacerme la guajira, seguiré siendo ridícula, pero nunca traidora”, dijo la actriz de 41 años en una transmisión en vivo por Instagram que rápidamente se viralizó.
Detrás del humor que la ha hecho famosa, Zajaris escondía un drama íntimo: tres interrupciones de embarazo en los últimos cuatro años, según reveló ella misma en otro video. Lo más estremecedor fue su afirmación de haberlo atravesado completamente sola, sin el apoyo emocional ni físico de su entonces pareja. En un Reel, publicó imágenes desgarradoras: ojos hinchados de tanto llorar, una salida del hospital en silla de ruedas, y lo que parecen ser restos médicos que documentan ese proceso.
“¿El bebé era de Al2? Fuerza y bendiciones”, le escribió en la caja de comentarios un seguidor preocupado. “Los tres”, respondió la actriz. “Yo he tenido en los últimos cuatro años tres abortos y eso lo pasé sola. Me dejaron absolutamente sola”, dijo más tarde en otro video en vivo.
Las redes sociales, a menudo tan crueles, se convirtieron esta vez en un refugio solidario para la actriz. Comentarios como “Eres mi inspiración… gracias por mostrarte tal cual y con verdad” o “De las grandes batallas renacen los grandes” inundaron sus publicaciones. La palabra resiliencia se repitió como un mantra entre seguidores que reconocen en ella a una mujer que, lejos de victimizarse, eligió contar su verdad.
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Al2 El Aldeano, conocido por sus letras rebeldes y su crítica feroz al sistema, ahora se encuentra bajo una lupa distinta: la de sus vínculos afectivos. Porque no basta con ser contestatario en la plaza pública si en lo íntimo se reproducen los mismos patrones de violencia que se critican en los discursos.
