Las redes sociales representan uno de los terrenos más desafiantes y complejos para aquellos que intentan entrar en ellas profesionalmente. Es bien conocido cómo verdaderas figuras de la industria del entretenimiento han enfrentado polémicas considerables gracias al entorno digital.
Esta misma dificultad, quizás, ya la ha experimentado la joven cubana Yarelis, quien emergió como el personaje central de una enrevesada historia de amor con todos los ingredientes para inspirar una novela, manteniendo a los cubanos conectados a finales del año pasado.
Aunque ya había expresado su deseo de que alguien le pusiera un parole «Para conocer el mundo y hacer lo que me dé la gana», por lo pronto, la cubana ha optado por regresar a su Artemisa después de quejarse del lugar donde estaba alquilada en La Habana.
La mujer que pasó de llamarse la «difícil» a la «tóxica» ahora exhibe sus peripecias en el lugar «donde todo comenzó», dando paseos junto a Raciel, su esposo y protagonista de su video «Eres Tú». Incluso, no pierde la oportunidad de participar en el challenge con el aplaudido tema de El Chulo, «Con la Cintura».
Sin embargo, retomando el tono de sus publicaciones anteriores, también crea contenido donde intenta entablar conversaciones con sus seguidores, a pesar de las numerosas críticas que recibe.
En un video reciente, destacó que tenía algo importante que compartir: «Todo el mundo me preguntaba cuál era el secreto, yo lo digo de mi experiencia que llevo 12 años con mi pareja, el secreto de un matrimonio feliz o de una pareja feliz».
Ella misma responde que se trata de «la sintonía de las almas», basada en conocer, entender y comprender a tu pareja «sin violarte a ti misma, sin pasar por tus creencias, sin pasar por encima de lo que tú quieres, ese es el simple secreto que hay».
Además, enfatizó que su respuesta se basa en los años de matrimonio con Raciel, superando altibajos, “como todos saben”, pero manteniéndose unidos gracias a la química y «compenetración de almas».
Sin embargo, nuevamente los comentarios estuvieron llenos de despiadadas críticas que además daban cuenta del inicio de la historia: «¿Y el tarro, en qué momento fue? ¿En la subida o en la bajada?», «Con un tarro a los 12 años, para no caer en la monotonía», «Con todo respeto, ¿pero estuviste con Lázaro en ese tiempo de relación o me equivoco?».
