La violinista cubana Olivia de Armas, de 19 años, recientemente emigrada a los Estados Unidos, decidió lanzarse a las calles de Miami con su instrumento en la mano y muchas melodías en la cabeza, para comenzar la brega por sus sueños de superación y éxito. Sus primeras “presentaciones” en las calles de esta ciudad de la Florida se han vuelto virales, ganando múltiples muestras de apoyo de sus seguidores
En un video publicado en su cuenta de Instagram, que se ha viralizado en pocas horas, se ve a la joven violinista cubana, sentada junto al mar, en el distrito miamense de Brickell, tocando al violín el clásico bolero “Bésame mucho”, compuesto en 1932 por la también pianista mexicana Consuelito Velázquez. En su espalda se aprecia tatuado el mapa de Cuba.
En otro video igualmente difundido en Instagram, se ve a Olivia dibujando un cartel sobre un cartón de caja que reza: “Acabo de llegar de Cuba. Ayuda a una artista con ganas”, y que luego la acompañaría en actuaciones callejeras, como se aprecia en las imágenes.
“¿Crees que perteneces a un lugar: una ciudad, un país, un continente?”, cuestiona la violinista en sus redes. “Tengo mis raíces en un lugar, el cual siento que es mi cuna, mi primer amor, pero cada día me siento más en casa, que pertenezco a donde estoy”, confiesa, refiriéndose a su nuevo país de residencia, Estados Unidos, cuya bandera agita en varios planos con optimista expresión en su rostro.
“No se cambia un amor por otro, se aman a los dos. Soy parte de cada lugar que piso, de cada lugar en el que crezco, de cada lugar en el que sueño. Soy parte del mundo y el mundo es de todos. ¿Qué piensas tú, a dónde perteneces?”, reflexiona Olivia de Armas.
La joven es egresada de la Escuela Nacional de Arte (ENA) y según declaró al medio Cuba en Miami, llegó a esa ciudad hace 3 meses y se siente muy a gusto en esta porque tiene “mucha vida y variedad étnica”. Ya ha encontrado empleo como profesora de música, productora y animadora de fiestas y eventos, pero clama tener muchas y más ambiciosas aspiraciones, entre las que se halla crear a largo plazo “un proyecto para ayudar a personas con menos posibilidades financieras a estudiar música y enseñarles a organizar su tiempo y su energía”.
“Pienso que todo ser humano es capaz de cumplir sus sueños y me encantaría aportar un granito de arena en la vida de diferentes personas”, enfatizó la violinista.
