La violencia y la crisis económica que atraviesa Cuba se han convertido en temas de creciente preocupación para los habitantes de la isla, dibujando un panorama desolador de cara al año 2024. Contra eso, miles de cubanos han encontrado una fórmula: escapar del país, pero ni siquiera yéndose, algunos de sus miedos y males terminan.
Recientes sucesos, amplificados por las redes sociales, reflejan una alarmante tendencia de inseguridad y brutalidad. En un video divulgado por el periodista y activista Juan Juan Almeida, se muestra a un grupo de cubanos que, en un acto de justicia por mano propia, lograron «encuadrillar» a un ladrón en La Habana.
El incidente, que presuntamente ocurrió detrás de la Terminal de ómnibus nacionales, termina con el ladrón siendo reducido por la fuerza por los ciudadanos.
Este episodio ilustra la desesperación de la población ante el accionar de las autoridades a quienes al parecer no las ven en condiciones de garantizar la seguridad de los ciudadanos, empujando a estos a tomar medidas extremas para protegerse.
La violencia en Cuba no se limita únicamente a actos criminales perpetrados por bandas o individuos, sino que también se extiende a las acciones de ciertas autoridades que, por un lado lucen vigilantes y atentas a velar por la tranquilidad ciudadana, y por otra son enjuiciados públicamente por su accionar represor.
Un caso particularmente perturbador es el de Luis Yassel Mesa Brito, un joven cuya muerte ha conmocionado a la comunidad.
Según reportes dados a conocer por los activistas cubanos residentes en el exilio, Saúl Manuel y Niover Licea, basados estos reportes en testimonios de familiares, Mesa Brito fue presuntamente golpeado hasta morir por agentes de la policía cubana.
Este incidente arroja una luz sombría sobre las prácticas de las fuerzas del orden en la isla.
El panorama para los cubanos de cara al 2024 es, sin duda, desolador, y plantea serios desafíos tanto para la sociedad cubana como para la comunidad internacional, y ni siquiera saliendo del país los males y problemas cesan.
Entre los casos más impactantes se encuentra el de tres cubanos secuestrados, cuyo calvario fue expuesto a través de un video filmado por sus captores y divulgado por el ya mencionado activista Niover Licea.
Este incidente pone en relieve no solo la audacia de los criminales en la isla, sino también la angustiante realidad de las víctimas de secuestro.
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