La Federación Panamericana de Levantamiento de Pesas podría incluir al cubano Roberto Urrutia en su próxima selección al Salón de la Fama Continental de manera póstuma.
Lo que ahora indigna pero no sorprende es el silencio de la prensa deportiva estatal ante la muerte de esta gloria del deporte cubano, primer recordista mundial en la historia de la halterofilia cubana, a la edad de 67 años, la pasada semana, en Florida, Estados Unidos.
Al parecer complicaciones con la diabetes agravaron aceleradamente su estado de salud. «Ya estaba perdiendo la visión» dijo a Cuballama una fuente cercana a Urrutia que vivía junto a su esposa e hijos en una zona rural de Hollywood, entre Miami y Fort Lauderdale.
«El mundo de la halterofilia está profundamente triste por el fallecimiento del olímpico estadounidense y tres veces campeón del mundo cubano Roberto «Tony» Urrutia» expresa una nota de la Federación Estadounidense de este deporte conocida en inglés como USA Weightlifting.
La institución repasó el brillante historial del deportista habanero: Urrutia comenzó su carrera como atleta cubano, y ganó tres Campeonatos Mundiales entre 1977 y 1979, dos Juegos Panamericanos (1975,1979), y debutó en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 con un sexto lugar ( aquejado por lesiones en sus muñecas). Durante este tiempo estableció varios récords mundiales.
Urrutia recibió la nacionalidad estadounidense en 1987 y en los Juegos Panamericanos de Indianápolis de ese año ganó el bronce,posteriormente representó a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Barcelona 1992 y fue campeón nacional de EE. UU. en cinco ocasiones entre 1987 y 1992, recordó finalmente USA Weightlifting.
Numerosos admiradores y ex compañeros de la halterofilia estadounidense elogiaron la personalidad del cubano en sus mensajes online, entre ellos destacadas figuras como Dragomir Ciorosian, un olímpico en tres ocasiones por Rumania,1976,80 y 84, bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.
Ciorosian compitió contra Urrutia en 1976 en el peso mediano y más adelante se movió a EE.UU donde fue entrenador del Team USA. «Roberto siempre será recordado como un ser humano increíble, fantástico atleta y entrenador experto. Su vida fue una bendición para muchos» escribió el rumanoamericano.
En 1980, a tres meses de los Juegos Olímpicos de Moscú, Urrutia desertó en la Ciudad de México donde pidió protección en la embajada de Estados Unidos luego de escapar donde se alojaba su delegación, tras trepar por una ventana. Fue el primer pesista cubano en establecer un récord mundial (1975) y en ganar un título mundial (1977).
En 1978 fue seleccionado el Atleta del Año en Cuba. Los Juegos Panamericanos de Indianápolis de 1987 significaron para Urrutia su primera aparición internacional y su primera competencia con la bandera de las barras y las estrellas, luego de vivir años difíciles en Miami. En momentos de su reaparición deportiva Urrutia manejaba un camión de transporte de comestibles para una cadena de supermercados.
A Indianápolis Urrutia llegó con apenas cinco meses de entrenamiento y entrenaba en gasolineras, en garajes o en los sótanos de las casas de sus amigos en La Florida, por lo que fue un gran éxito personal la obtención de tres medallas de bronce. El evento de los 75 kg fue ganado por dos pesistas de la delegación cubana, Pablo Lara y Francisco Alleguez, lo que fue celebrado por las autoridades cubanas como una victoria ideológica, una campaña que lideró el propio Fidel Castro tildando a Urrutia de»traidor», un término que gustaba usar asiduamente el desaparecido gobernante, y que los dos atletas cubanos vencedores también debieron sumar a sus declaraciones.
Años más tarde, Lara, considerado el mejor pesista de Cuba de todos los tiempos, campeón olímpico de Atlanta 96 y vicemonarca olímpico en Barcelona 92, cayó en desgracia y guardó prisión por casi dos años por una tenencia ilegal de una pistola. Por su situación económica debió vender una de sus medallas olímpicas a un extranjero, según reveló en un documental sobre su triste historia (documental no autorizado para la televisión oficial).
En 2021 desertó en España de una delegación deportiva en la que fue incluido como entrenador. Lo último que se supo es que se había establecido en Oviedo, la capital de Asturias.
Hasta ahora no ha trascendido alguna declaración de Lara sobre la muerte de Urrutia. En 2020 USA Weightlifting durante el Mes de la Herencia Hispana consideró a Urrutia entre los hispanoamericanos que han contribuido a desarrollar el levantamiento de pesas en la Unión Americana.
Un día después de anunciarse su fallecimiento en varias redes sociales, la Federación Cubana de este deporte publicó en Facebook una breve nota: «En el día de hoy se recibió la triste noticia del Presidente y el Secretario de la Federación Panamericana, de la pérdida irreparable del tricampeón mundial Roberto Urrutia Hernández, la familia de las pesas cubanas expresa su más profundo pésame a familiares y amigos».