Un vuelo de la aerolínea italiana Neos, programado para partir desde Verona con destino a La Habana, fue cancelado después de que el piloto y cinco asistentes de vuelo se declararan «no aptos para volar» debido a la falta de descanso adecuado. Este incidente, ocurrido el pasado 10 de noviembre, ha desatado una polémica que involucra a la compañía, los sindicatos y las autoridades italianas.
Según informaron los sindicatos Uil-Trasporti y Filt-Cgil, los miembros de la tripulación fueron trasladados a Verona con la expectativa de descansar antes del vuelo.
Sin embargo, la compañía les pidió partir de inmediato, lo que llevó al equipo a invocar su derecho a negarse a volar en caso de agotamiento, como estipulan las normativas de seguridad aérea. «Si estás cansado, no vuelas. Sería peligroso hacerlo», declaró Fabrizio Mazza, representante de Uil-Trasporti, citado por el medio Verona Sera.
Neos, por su parte, considera que el comportamiento de la tripulación fue ilegítimo y ha abierto una investigación interna.
En un comunicado, la aerolínea explicó que el vuelo original, que partió de Fiumicino hacia La Habana, tuvo que regresar debido a una emergencia médica de un copiloto. Ante la falta de un reemplazo disponible, la compañía organizó un nuevo vuelo desde Verona, con un equipo destinado inicialmente a otra ruta. La cancelación del vuelo generó molestias significativas para los pasajeros, quienes tuvieron que pasar la noche en un hotel y enfrentaron retrasos.
Los sindicatos han respondido con firmeza, denunciando presuntas represalias por parte de la compañía, incluyendo la suspensión de los seis trabajadores durante noviembre y diciembre. Además, han presentado el caso ante las autoridades competentes, exigiendo el respeto al derecho de los trabajadores a declararse incapaces de volar cuando no se cumplen las condiciones de seguridad.
Este lunes 25 de noviembre, Uil-Trasporti y Filt-Cgil organizaron una manifestación en el aeropuerto de Malpensa para crear conciencia sobre la importancia del cumplimiento de las normativas de descanso de las tripulaciones. «El problema no es exclusivo de Neos; afecta a toda la industria y pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los pasajeros», enfatizó Mazza.
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