El caos se desató en Nueva York luego de que el buque escuela mexicano Cuauhtémoc colisionara con el emblemático puente de Brooklyn, un incidente que dejó dos personas muertas y alrededor de veinte heridas.
La embarcación, que realizaba una travesía internacional de buena voluntad, terminó estrellándose contra la estructura, lo que provocó la rotura de sus tres mástiles. Algunos marineros quedaron suspendidos en el aire, sujetos únicamente por sus arneses de seguridad.
El alcalde neoyorquino, Eric Adams, informó que, a pesar del accidente, el puente de 142 años no sufrió daños significativos en su estructura. Sin embargo, al menos 19 tripulantes del navío requirieron atención médica tras el impacto.
Las autoridades estadounidenses han iniciado una investigación oficial para esclarecer las circunstancias del accidente, mientras las redes sociales se han llenado de videos e imágenes que muestran el momento en que el velero se estrella contra el puente.
En la ciudad mexicana de Xalapa, familiares de América Sánchez —una de las fallecidas en el incidente— se reunieron para rendirle homenaje con rezos, flores y velas frente a una fotografía de la joven.
El accidente ocurrió mientras el buque realizaba maniobras en medio de aguas agitadas. De acuerdo con medios internacionales como El Mundo, la marea acababa de invertirse, generando una fuerte corriente en dirección al río East, acompañada de vientos intensos.
Si bien un capitán con experiencia puede enfrentar estas condiciones climáticas, cualquier fallo puede tener consecuencias graves en el puerto de Nueva York, donde los canales son angostos y serpenteantes, y los vientos y remolinos complican la navegación.
Según los videos difundidos en redes, el velero avanzaba a gran velocidad en reversa justo antes del impacto, lo cual sugiere que el capitán habría perdido el control del sistema de propulsión.
Otra hipótesis que se baraja es que uno de los remolcadores encargados de la escolta se habría retirado antes de tiempo, cuando lo adecuado habría sido permanecer enganchado o acompañar al buque hasta aguas abiertas.