Las inundaciones en Moa no son un caso aislado, sino parte de una realidad que afecta a miles de cubanos. Mientras el agua sigue cubriendo calles y hogares, la esperanza de muchos damnificados parece flotar a la deriva, en espera de una ayuda que nunca termina de llegar.
El huracán Rafael, considerado el ciclón tropical más fuerte registrado en noviembre desde 1985, afectó a más de cuatro millones de personas, según datos oficiales.
Esta selección sesgada de imágenes contribuye a reforzar la percepción de que las autoridades priorizan la apariencia de orden sobre la transparencia y la empatía hacia el pueblo. La omisión de imágenes que muestren la verdadera magnitud de la destrucción y el dolor humano es una estrategia que busca proteger la imagen del régimen, mientras la realidad de la población queda relegada al silencio.
El occidente cubano vive este miércoles un día sobre el filo de una navaja mientras sufre las consecuencias de este huracán que pone a prueba nuevamente el estado de la Defensa Civil en Cuba y a fin de cuentas del gobierno de Díaz Canel.