Esta joven madre cubana, identificada como Yasmin Bell Aguilera, explicó en su publicación hecha en Facebook, que su hijo nació vivo, por cesárea, un día no precisado a las cinco de la tarde; y que tres horas, cuarenta minutos después, le notificaron que había muerto. Según alega, en ese transcurso de tiempo ni a ella ni a sus familiares les mostraron el bebé.
La historia de Oreste Plasencia y su familia resalta la realidad de muchos cubanos que se enfrentan a desafíos similares, una situación que merece atención y soluciones concretas para garantizar la salud y seguridad de todas las familias cubanas.
El parto, cuyas imágenes fueron grabadas por un teléfono celular y subidas luego a internet, fue atendido por la enfermera Yamilka Rodríguez, la Dra. Ingrind y otros especialistas.
El incidente ocurrió el pasado 16 de marzo, cuando una estudiante de la EIDE, a todas luces becada, parió con ayuda de una coordinadora y otra alumna de la institución.