Tras el parto, madre e hija fueron trasladadas al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos. El doctor Manuel López Fuentes explicó que se trataba de una niña prematura, pero que llegó en buen estado general. “Nunca habíamos tenido un caso así. La bebé pesó 2200 gramos. Prematura de 34 semanas. Pero llegó estable. Hicimos estudios complementarios y todo normal. La observamos casi 24 horas completas y al siguiente día pasó junto a su mamá”, declaró.
Esta joven madre cubana, identificada como Yasmin Bell Aguilera, explicó en su publicación hecha en Facebook, que su hijo nació vivo, por cesárea, un día no precisado a las cinco de la tarde; y que tres horas, cuarenta minutos después, le notificaron que había muerto. Según alega, en ese transcurso de tiempo ni a ella ni a sus familiares les mostraron el bebé.
La historia de Oreste Plasencia y su familia resalta la realidad de muchos cubanos que se enfrentan a desafíos similares, una situación que merece atención y soluciones concretas para garantizar la salud y seguridad de todas las familias cubanas.
El parto, cuyas imágenes fueron grabadas por un teléfono celular y subidas luego a internet, fue atendido por la enfermera Yamilka Rodríguez, la Dra. Ingrind y otros especialistas.
El incidente ocurrió el pasado 16 de marzo, cuando una estudiante de la EIDE, a todas luces becada, parió con ayuda de una coordinadora y otra alumna de la institución.