La paradoja de William Sosa —delogiado por salvar vidas al acusado por ejercitar la libertad de pensamiento— ilustra una regla amarga de la contemporaneidad cubana: no basta con ayudar al otro, al sistema le importa más que no critiques al poder. Y cuando se critica, aunque sea desde el análisis respetuoso, el sistema sospecha y actúa.
Hoy la familia de William Sosa no sabe cuánto tiempo estará detenido ni qué acusación formal le colgarán. Sí sabe, en cambio, que el “delito” ya está escrito en la conciencia de todos: pensar, analizar, escribir y compartirlo en Facebook. En la Cuba de 2025, eso basta para que un padre de familia desaparezca tras la puerta de una estación policial.
Anna Sofia quería saber por qué su línea había sido convertida en túnel. La respuesta fue un clásico de sobremesa: ninguna. No sabía - la que la atendió - que estaba pasando y, sutil, empática, le ofreció a la joven que dejara su teléfono para revisarlo. Como si el problema estuviera en la pantalla y no en el interruptor invisible donde se deciden las voces autorizadas.
Así cerró un día “top” de la farándula americana: un cómico que convierte el backlash en rating; una superestrella que convierte la maternidad en relato global; y una estudiante universitaria, hija de dos celebridades - si no es por eso... - que convierte la salud pública en trending topic. Tres escenas, un mismo ecosistema: el del espectáculo que, entre flashes y algoritmos, sigue marcando el pulso de lo que hablamos, debatimos y compartimos.
La detención de Lara Crofs pone rostro y nombre a las reflexiones de Fernando Pérez. Más allá de la industria del cine, su llamado se extiende a toda esfera civil donde el diálogo ha sido reemplazado por el cerco, la vigilancia y la represión sistemática. Cuando el simple acto de acompañar a un amigo se convierte en razón para una detención, la apertura al diálogo se convierte en una ilusión.
Alexander Verdecia Rodríguez, activista opositor y coordinador en Granma de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), enfrenta una petición fiscal de diez años de cárcel por haber escrito frases como “no más apagones”, “abajo Díaz-Canel” y “abajo la tiranía comunista” en su cuenta personal de Facebook.
Con la nueva ley en vigor, la situación para los periodistas independientes en Cuba se ha vuelto aún más precaria. Mientras los medios estatales celebran la implementación de la normativa, que según ellos "mejorará la transparencia y veracidad" de la información, la realidad para aquellos que no comulgan con el discurso oficial es cada vez más asfixiante. La Ley de Comunicación Social no solo refuerza el monopolio informativo del régimen, sino que también amplía el margen de represión hacia cualquier voz disidente.
Tan Estrada, conocido por su crítica abierta al régimen cubano y su labor periodística independiente, fue detenido en La Habana; y es una de las muchas detenciones arbitrarias que ha sufrido debido a su activismo y trabajo periodístico.
Esta ordenanza llega casi dos años después de que la ley "Anti-Riot" de Florida, impulsada por el Gobernador Ron DeSantis, fue bloqueada por los tribunales. Esta ley fue criticada por ser demasiado amplia en su definición de disturbios y alteraciones públicas, y fue citada por un comité de las Naciones Unidas por restringir la libertad de expresión.
El documento de la campaña por la que Amnistía Internacional recoge firmas será enviado al gobernante Miguel Díaz Canel
Mediante una recogida de firmas, Amnistía...