Ahora, libre de las ataduras del pasado, Sergio Ortega tiene finalmente la oportunidad de "cambiar sus espejuelos", no solo para poder ver mejor si los balones entran o no a la portería, sino también para ver el mundo desde una nueva perspectiva, aunque sus goles fantasmas permanezcan como un legado inolvidable para los fanáticos del deporte cubano.
El post de mariselamoreno77 ha puesto sobre la mesa, entre bromas, un tema que todos conocemos pero pocos discuten abiertamente: los pedos, ¿sinónimo de salud? Para muchos de sus seguidores, la respuesta parece ser un rotundo sí.
A través de su humor, Otto Ortiz nos muestra las dificultades diarias y las contradicciones de la realidad cubana, utilizando tanto la risa como la reflexión para exponer la resistencia y creatividad de su pueblo.
El anuncio de Berlín Memes sobre el fallecimiento de su madre, ha llevado al popular creador de contenido a anunciar un breve retiro de las redes sociales para procesar su duelo.
En su cuenta de Instagram, "La Tortilla Cubana", el joven cubano no podía contener su emoción. Y es que un crack, con 17,7 millones de seguidores en Instagram se detenga a elogiar tu trabajo es un tremendísimo impulso en la carrera de cualquiera.
No es la primera vez que Otto Ortiz recurre al viejo truco de sacarle humor a la parte más triste de la realidad cubana, pero esta vez "le ha costado un huevo".
"Una vez más ha intervenido el largo brazo de la ley. Me estaba organizando para actuar, por invitación del equipo que lo dirige, en un encuentro de comedia los sábados en el Café de Bertolt Brecht. 'Casualmente' tampoco puedo trabajar allá," señaló el humorista Ulises Toirac.
Se trata de un video de humor, donde ella demuestra - risas aparte - la dinámica que a veces impera en esas parejas donde, el pensamiento del hombre va por un sentido; y el de la mujer por otro.
En el video, Michelito no solo imita la manera de hablar y los gestos característicos de El Taiger, sino que también clava su estilo único de vestir, completando la transformación con una camiseta que resalta su figura, un gorro y gafas de sol.
¡¿Cuántos no hemos vivido esa experiencia!? ¡Cuántos! Y la mayoría de las veces hemos tragado en seco, y la hemos dejado pasar porque, entre los "delitos" más reprochables en la adolescencia y juventud está el "chivatear" a un compañero de aula.