La empresa Aguas de La Habana ha señalado que trabaja para devolver ese recurso a los habaneros pero que en medio de las reparaciones en La Cuenca Sur se reportó el " colapso" en una " conductora".
Con una víctima joven y varios heridos graves, La Habana se encuentra ahora frente a un hecho que no solo deja dolor en las familias afectadas, sino también una sensación de desconcierto y miedo en barrios acostumbrados a madrugadas bulliciosas pero no a escenas de este tipo.
Unas quince familias, alrededor de cincuenta personas, pasaron la madrugada del lunes en la acera, rodeadas de sus pertenencias y sin un lugar seguro donde dormir. Los funcionarios municipales que se acercaron al lugar les informaron que no había sitio disponible para reubicarlos de manera inmediata, lo que dejó a los afectados a la intemperie, sin comida ni agua, y con la incertidumbre de no saber a dónde ir.
La noticia se ha viralizado rápidamente en redes sociales, donde las reacciones han oscilado entre la tristeza profunda y la indignación. Muchos se preguntan cómo un niño tan pequeño podía estar a esa hora en la calle sin supervisión. Otros señalan directamente a la crisis económica como telón de fondo del abandono y la desprotección que sufren muchos menores en Cuba.
Las familias afectadas, como la de Kevin, continúan clamando por respuestas en un sistema que parece cada vez más ajeno a las necesidades de su propia población.
Los implicados en un tiroteo ocurrido el pasado jueves en el capitalino barrio de Colón, en Centro Habana, fueron detenidos en la noche de este sábado.