La partida de Rubén Leliebre ocurre en un momento en que la música cubana ha sufrido la pérdida de varias de sus figuras más reconocidas en los últimos años, dejando la sensación de que un capítulo entero de la historia cultural del país se está cerrando demasiado rápido. Su legado, sin embargo, permanece en cada arreglo, en cada interpretación y en la memoria agradecida de quienes bailaron o se emocionaron con las melodías que él ayudó a construir.
“Aquí las peleas son de campana a campana, cuerpo a cuerpo, frente a un oponente implacable como el bloqueo. Apagones que no dan tiempo a la esquiva, golpean con fuerza continua”, escribió el llamado “León de Oriente”
Fabré lamentó que los peloteros que juegan bajo el sol caribeño, “con mil necesidades personales”, sean ignorados mientras se privilegia a quienes triunfan en ligas extranjeras