La Habana merece más que una lista de edificaciones destacadas; merece un compromiso real con su historia y su gente. Cada edificio que se derrumba no solo representa una pérdida material, sino también la desaparición de fragmentos de la identidad cultural de la nación. Es hora de que las autoridades pasen de las palabras a los hechos y trabajen por preservar el legado arquitectónico que aún queda en pie.
El cubano de solo 34 años se ha dado a conocer mundialmente y sus trabajos han sido ampliamente reconocidos, sobre todo en las redes sociales, donde ya cuenta con 152 mil seguidores, en gran medida, gracias a sus nominaciones a los importantes premios Golden Trezzini.