Estos casos subrayan la importancia de la vigilancia y la precaución, especialmente entre la población anciana, para evitar ser víctimas de estafas y fraudes en la comunidad.
La pérdida de Julio y Manuela Hernández ha dejado un vacío en la vida de sus familiares y vecinos, y la comunidad ahora espera que el sistema de justicia haga su trabajo para asegurar que se haga justicia.
Con este nuevo hogar, las familias desplazadas finalmente pueden comenzar a reconstruir sus vidas después de meses de incertidumbre, con la esperanza de un futuro más estable y seguro. Sin embargo, hay gente que lo perdió todo. Incluso recuerdos familiares que eso, no tiene cómo recomponerse.
Los dos ancianos pagaban 860 dólares al mes de alquiler, pero ahora se quedaron sin tener dónde vivir en Miami tras ser echados de la vivienda que tenían alquilada. Ahora, los dos ancianos cubanos están pidiendo ayuda.
La policía de Hialeah dijo que el cubano y la persona que reportó su desaparición se encontraban en los preparativoso para ser recogidos por un autobús de transporte e ir a una guardería para adultos. Sin embargo, Suárez salió del apartamento y nunca más regresó.