El peso cubano se devaluó de manera casi constante el pasado año provocando la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores que, además de la inflación, han visto cómo muchos productos de primera necesidad desaparecieron de las tiendas en moneda nacional y reaparecieron en mercados donde sólo se puede comprar con MLC, un tipo de dólar bancario cubano vinculado al valor de la moneda de Estados Unidos.