Mariela Castro reaparece y dice que cuando Díaz-canel dio la orden, «ellos» salieron a defender la Revolución. ¿Alguien la vio?
Mariela Castro volvió a cogerse el c…uello con la puerta, y luego de un largo impasse -perdida de las redes, del ámbito noticioso y de la mirilla del colimador de quienes no le soportan ya ninguna de sus chiquilladas y arrebatos de infanta preferida de los Castro- reapareció ¡y hasta admitió que hubo violencia policial el 11J!
¿Cómo? ¿Qué obró en Mariela para que saltase así, desvencijada, cual vocera-que-siempre-ha-sido pero que ahora trae un cambio en su discurso.
Años atrás, cuando no existían las redes sociales, y no había internet en los celulares cubanos -su tío, de hecho, no quería que los cubanos tuviesen celulares- un hecho de violencia policial, de esos que los cubanos más propensos a la cerveza hemos visto en cualquiera piloto un domingo, hubiese sido rebatido por Mariela con toda la fiereza que la caracteriza. Hubiese dicho que eso era una vil mentira.
Es verdad, Mariela nunca ha hecho una cola en una cervecería piloto, y de hecho dudo que alguna vez haya hecho una cola en Cuba, pero de violencia doméstica, femicidios y feminicidios sí que sabe, y eso sí que lo negó. Luego, recientemente, se mordió la lengua y lo admitió. Claro, hay, repito, redes sociales e internet para darlo a conocer todo.
No solo la violencia policial que fue más que notoria el 11J. Más que eso. Todo. Y ya Mariela no puede tapar más su descaro.
Seguramente protegida porque hasta Miguel Díaz-Canel reconoció que pudo haber habido algún exceso -lo dijo el puesto a dedo durante un encuentro con periodistas cubanos en agosto, y donde calificó como correcta la orden que dio el 11 de julio de salir a las calles para enfrentar las protestas- Mariela ahora admitió que en una situación de este tipo, por supuesto, «hay cosas que se pueden ir de la mano».
Lo dijo, ¡por supuesto!, no en la televisión cubana en vivo, no. Ella no se atreve a tanto. Lo dijo en una conversación online, de esas que el cubano de a pie que no tiene internet no puede ver; e incluso el cubano que tiene internet no se gasta sus dólares usando los megas para oírla.
En la conversación, Mariela expresó además que el pueblo estaba esperando la señal para salir a las calles contra las protestas del 11J, algo que suena como un respaldo tácito al llamado de Díaz-Canel; pero la lista no cuadra con el billete.
¿Por qué el pueblo no salió antes a la calle? Pues porque no había respaldo oficial. No había paramilitares con palos; reclutas forzados a golpear por un bocadito que queso y un refresco Tukola a un vecino o un amigo. Una vez respaldados y dada la orden de masacre fue que los «valientes» salieron.
«En esos momentos más agudos, el pueblo, que es muy disciplinado, espera la señal, y tan pronto se dio por parte de nuestro presidente de la república, en la televisión, salimos», dijo la hija Raúl Castro durante su intervención online en la presentación del libro de Néstor Kohan Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia, organizado por la Universidad Autónoma de México (UNAM).
¡Coño, Mariela! ¡Qué tú no eres tan bruta! ¿A quién vas a engañar? ¿Qué tú saliste? ¿Quién te vio? ¡Milagro, no se ha visto una foto tuya de ese día! Tú defendiendo en la calle la Revolución. ¡Por favor!, que hasta un niño de primaria sabe que estabas en el bunker escondidita.
Más adelante, y para ponerle la tapa al pomo de sus devaneos, Mariel afirmó que EE.UU. desconoce que «el pueblo de Cuba actúa con apego a la Revolución en su gran mayoría, que tiene una formación antiimperialista profunda, que sí está comprometido con su propio proyecto y lo quieren seguir defendiendo al costo que sea, incluso con la vida».
Habría que exponerle a Mariela los datos de los miles de cubanos que están emigrando, en un éxodo silencioso, desde hace ya varios meses.
Tal vez habría que exponerle cifras del envejecimiento y del decrecimiento de la población de la isla, a ver de dónde saca ella eso de que «(el pueblo) está comprometido con su propio proyecto».
Tal vez ella desconoce que en una unidad de Inmigración y Extranjería en el Vedado tuvieron que habilitar cajas como archivos, porque los archivos normales no dan abasto ante la cantidad de cubanos que han solicitado su pasaporte en días recientes para largarse de un país empobrecido, precisamente por la gente de su casta; sus ancestros y familiares.
Tal vez Mariela cuando habló de «seguir defendiendo al costo que sea, incluso con la vida» se refería a aquellos que, ya sea por tierra, cruzando el Darién, o en balsa, cruzando el estrecho de la Florida, han puesto en riesgo sus vidas por tal de conocer la libertad.
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