De haber sido “Novia del Mundial” en 2022, Ivana Knöll ha evolucionado a nuevas etapas. Ahora es DJ, empresaria y sigue rechazando entrar a OnlyFans porque «no todo es dinero».
Desde que su imagen se volvió viral durante el Mundial de Catar 2022, donde desafió las estrictas normas de vestimenta del país árabe con atuendos provocadores y patrióticos, Ivana Knöll —apodada por muchos como “la novia del Mundial”— ha recorrido un camino llamativo, inesperado y más estratégico de lo que muchos pensaban.
Aunque en los últimos meses su nombre no ha estado tan presente en los titulares internacionales, la croata ha estado lejos de desaparecer. Hoy, en 2025, Ivana ha consolidado una carrera que combina la moda, la música electrónica y el emprendimiento personal.
Después de su irrupción en el escenario mediático global, Knöll capitalizó su fama con inteligencia. Fundó su propia marca de ropa, Knölldoll, con diseños audaces inspirados en su país y su personalidad. La línea ha mantenido presencia en tiendas digitales y boutiques en Europa, y se espera el lanzamiento de una nueva colección a finales de este año. Sin embargo, su giro más llamativo no vino desde las pasarelas, sino desde las cabinas de DJ.
A finales de 2024, Ivana debutó como DJ de música electrónica bajo el mismo nombre artístico de su marca. O sea: Knolldoll.
Su estilo, una mezcla de house melódico y techno elegante, ha comenzado a abrirle puertas en la escena nocturna europea. Se la ha visto actuando en locales selectos en Ibiza y Mykonos, y según fuentes de la industria musical, prepara una gira más amplia para el segundo semestre de 2025, con presentaciones previstas en Dubái, Berlín, Tulum y otras plazas del circuito electrónico internacional. Y al menos ha conseguido retratarse al lado de la leyenda: David Guetta.
Más allá del espectáculo, Ivana también ha sido noticia por lo que ha decidido no hacer. En una etapa donde muchas figuras públicas monetizan su imagen en plataformas como OnlyFans, ella ha rechazado tajantemente la propuesta, argumentando que su objetivo no es el dinero fácil, sino construir una marca personal con integridad y proyección a largo plazo. “No todo es dinero”, dijo en una entrevista que se volvió viral a inicios de 2023, y desde entonces ha mantenido esa línea.
En lo personal, Knöll ha optado por un perfil más reservado. Aunque continúa siendo muy activa en redes sociales, sus publicaciones son cuidadas, sin escándalos ni excesos. Divide su tiempo entre Croacia, Miami y España, donde equilibra su trabajo como diseñadora, productora musical y figura pública. No se le han conocido nuevas relaciones ni apariciones polémicas en televisión o reality shows.
Lo que parecía una fama fugaz ha evolucionado en una carrera que, si bien no vive del furor viral de 2022, sí muestra señales claras de crecimiento sostenido. Ivana Knoll ha sabido reinventarse con ambición y visión. De musa del Mundial a empresaria de moda y DJ emergente, su historia sigue en construcción. Y todo indica que aún tiene mucho que mostrar, aunque… No todo es color de rosas.
La otra cara del éxito: caída sostenida en seguidores y actividad casi nula en Instagram
A pesar de su transición hacia el mundo del emprendimiento y la música electrónica, Ivana Knöll enfrenta un escenario preocupante en su principal canal de visibilidad pública: Instagram. De acuerdo con datos recientes del sitio especializado Social Blade, su cuenta @knolldoll ha perdido más de 19 mil seguidores en los últimos 30 días, con una media de 645 bajas diarias. Esta caída, si bien no catastrófica para una cuenta que aún supera los 2.8 millones de seguidores, sugiere un desgaste progresivo en su nivel de influencia.
Más alarmante aún es la tasa de engagement reportada como 0%, con cero likes y comentarios promedio por publicación. Aunque esta métrica puede deberse a errores de lectura automática (nótese cuando se pasa el cursor por encima de algunas de sus fotos, que no lee las reacciones automáticamente) o cambios en la visibilidad del perfil, también podría reflejar una falta de conexión real con su audiencia, a pesar del volumen de publicaciones recientes (más de 60 contenidos nuevos en el último mes).
En contraste con su auge viral en 2022 y el eco mediático que mantuvo durante sus apariciones en Miami y el inicio de su marca de ropa, la caída en la interacción digital apunta a un posible desinterés de parte de sus seguidores o a una estrategia de comunicación que ha perdido fuerza.
El declive no necesariamente anticipa el final de su influencia, pero sí representa un signo de alerta. Para una figura cuya carrera nació del impacto visual y social, el debilitamiento de su presencia en Instagram podría ser un obstáculo importante si no se acompaña de una renovación real del contenido o de una conexión más genuina con su comunidad digital.
En comparación con otras figuras que también alcanzaron fama global de forma repentina —como la modelo paraguaya Larissa Riquelme durante el Mundial de 2010 o la rusa Anastasiya Kvitko—, Ivana Knöll se ha mostrado más decidida a diversificar su carrera, evitando la exposición continua o el contenido explícito.
Sin embargo, esa misma estrategia más discreta, aunque coherente con su discurso de “no todo es dinero”, puede haberle restado dinamismo en plataformas donde el algoritmo premia la constancia, la controversia o el espectáculo.
¿Está Ivana Knöll perdiendo terreno frente a la nueva generación viral?
Mientras Ivana Knöll mantiene su imagen de influencer de lujo con más de 2.8 millones de seguidores en Instagram, sus números actuales contrastan fuertemente con los de otras figuras virales emergentes. Tres nombres destacan especialmente: Marigona Gona, Sydney Thomas y Haliey Welch, todas con estrategias muy distintas pero mucho más efectivas en cuanto a conexión real con sus audiencias.
Marigona Gona (@gonnaaaam7 en Instagram), la joven que pasó de 100 seguidores a más de 250 000 en semanas tras volverse viral en redes hispanas, mantiene una tasa de engagement del 5.21 %, muy por encima del promedio para influencers con su volumen de seguidores.
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Con 13 875 likes y más de 100 comentarios por post, Marigona demuestra una comunidad activa y fiel, a pesar de registrar caídas y fluctuaciones en las últimas semanas. Su crecimiento reciente (+8.5K en los últimos 30 días) sigue siendo constante, a diferencia de Knöll, que ha perdido más de 19 000 seguidores en el mismo período.
¿Lo malo? Que a finales de noviembre había crecido de 100 a 188 mil en apenas ocho días; y desde noviembre a la fecha, solo ha crecido hasta los 268 mil. En más tiempo, luego de pasados sus cinco minutos de fama, ha crecido menos de los que logró en apenas una semana.
Sydney Thomas (@iamsydneythomas en Instagram) también supera ampliamente a Knöll en engagement. Con 872 000 seguidores, sus publicaciones reciben en promedio 49 163 likes y 284 comentarios, lo que le da una tasa de engagement del 5.67 %, una de las más sólidas del grupo.
Aunque su número de seguidores ha bajado ligeramente en las últimas semanas, su comunidad permanece activa y receptiva, y su contenido mantiene fuerza narrativa propia, especialmente entre los usuarios más jóvenes. Nada mal para una chica que saltó a la fama cuando apareció en un ring de boxeo para anunciar, cartel en mano, el inicio del round 2 en la pelea entre Mike Tyson y Jake Paul.
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Haliey Welch (@hay_welch en Instagram), más conocida como la «Hawk Tuah Girl«, tiene actualmente más de 2.4 millones de seguidores. Es de todas las analizadas, la que más seguidores tiene y la única que no explotó en las redes por su belleza precisamente, sino por algo que dijo, y que tampoco fue muy bello que digamos.
Aunque su tasa de engagement es menor (1.41 %), su promedio de 32 297 likes y más de 1 700 comentarios por post evidencia un nivel de conversación que Ivana Knöll no alcanza. A pesar de una caída de más de 13 500 seguidores en el último mes, tras el desastre del lanzamiento del memecoin con su nombre, Haliey ha diversificado su marca: lanzó un podcast, una app de citas e incluso camisetas virales, todo en menos de seis semanas.
Ha pasado ya un año de aquel «minuto de fama», y hasta ella misma el pasado 13 de junio lo conmemoraba en su cuenta de Instagram.
«¡¿Un año ya?! Tuve la oportunidad de experimentar algunas cosas realmente increíbles el año pasado y nada de eso habría sido posible sin TI. ¡Gracias por todo su apoyo! Emocionado de ver lo que nos depara el próximo año.»
Para los que no sepan qué fue lo que dijo, acá está:
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En comparación, Ivana Knöll muestra una plataforma inactiva en lo social: sus publicaciones ya no generan reacciones medibles, y su pérdida diaria de seguidores se ha vuelto constante. Su enfoque sobrio y elegante puede funcionar para ciertos nichos, pero frente a estas nuevas influencers que combinan autenticidad, espontaneidad y adaptabilidad, su estrategia digital parece haberse quedado estancada en un modelo 1.0 del marketing personal.
Más allá de la estética, la diferencia está en la conexión. Las nuevas virales responden, se muestran vulnerables o irreverentes, conversan con sus audiencias. Ivana, en cambio, parece haber optado por el silencio visual, una táctica que en el ecosistema actual de redes —donde la atención es efímera y la inacción se castiga— podría estar costándole caro.
| Nombre | Seguidores | Engagement (%) | Promedio Likes | Promedio Comentarios | Seguidores (30 días) | Posts (30 días) |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Ivana Knöll | 2,856,083 | 0.00 | 0 | 0 | -19,338 | 10 |
| Marigona Gona | 268,450 | 5.21 | 13,875 | 101 | +8,495 | 7 |
| Sydney Thomas | 872,629 | 5.67 | 49,163 | 284 | -8,698 | 2 |
| Haliey Welch | 2,415,050 | 1.41 | 32,298 | 1,710 | -13,547 | 8 |
A nivel comercial, una caída sostenida en seguidores y engagement disminuye su valor como embajadora de marcas. Hoy por hoy, muchas agencias calculan las tarifas de colaboración no solo por el número de seguidores, sino por la capacidad de conversión e interacción. Si no logra reactivar su comunidad o trasladarla a otros espacios (como TikTok, YouTube o su carrera como DJ), Ivana corre el riesgo de que su marca pierda relevancia más rápido de lo que crece su presencia fuera de las redes.
En este contexto, el desafío de Knöll parece claro: reconstruir una narrativa digital auténtica y adaptada a su nueva faceta artística, sin traicionar el perfil sofisticado que ha intentado mantener. De lograrlo, aún podría reencender el interés de una audiencia que alguna vez la convirtió en ícono global en cuestión de días.
