Un profesor estadunidense de nivel secundario agredió físicamente a un estudiante en los pasillos de la escuela Jimtown, en Indiana. Mientras las imágenes se volvieron virales en redes sociales, el hecho causó controversia sobre el destino del profesor, quien fuera sometido a investigación y destituido de su cargo.
De acuerdo con informaciones aportadas por un sistema de escuelas comunitarias en la región de Elkhart, en Indiana, al profesor estadounidense le fue entregada su jubilación anticipada y por petición de los padres le prohibieron la entrada a la institución educativa.
El video de una de las cámaras de seguridad de la escuela muestra al profesor, identificado como Mike Hosinski, mientras perseguía al adolescente y luego lo encaraba a golpes sobre su cabeza y lo empujaba contra la pared. En otro de los videos captados es posible ver cómo el muchacho concluye el asalto con lesiones visibles en su rostro, incluso se le ve cayendo al suelo, después que el hombre lo agarrara por su ropa.
En el reporte de las autoridades se admite que primero se produjo un intercambio verbal y luego, “inexplicablemente”, el profesor estadounidense propinó una bofetada en la cara del estudiante. En tanto, los responsables médicos emitieron una denuncia formal a las instancias encargadas del trato a menores, según dijeron los medios locales.
Mientras la decisión fue catalogada por algunas personas y medios de comunicación como demasiado condescendiente con el abusador, antes de que salieran a la luz las imágenes lo medios locales reseñaron una huelga realizada por alumnos en apoyo al profesor. Incluso, luego de que se comprobara su actitud violenta, muchos padres y alumnos se mantuvieron firmes en su defensa y culparon al joven por incitar la agresión de su maestro.
Entre la comunidad cubana en particular, el hecho hizo despertar la furia de algunos padres, quienes dijeron que el hombre debió haber muerto a manos de los golpes propinados de vuelta por los padres del muchacho, quienes hasta este minuto no han sido mencionados en las informaciones, y ni siquiera la propia identidad de la víctima.
