Pedro Castillo, el recién electo presidente del Perú, espera que el plan contribuya a la tranquilidad ciudadana.
Pedro Castillo, el recién electo presidente del Perú, propuso dentro del plan sobre seguridad ciudadana expandir el sistema de las rondas campesinas a todo el país. Es decir, «salir» de las rondas en los campos para vigilar ganado y cultivos, y establecerlo «en la ciudad», para vigilar las propiedades del estado y de la ciudadanía. Dicho en un idioma que conocen los cubanos: una especie de CDR.
«Debemos expandir el sistema de las rondas en el Perú», dijo el presidente Castillo al convocar a toda la población del Perú «a conformar rondas donde no existan».
Así lo dijo este jueves, y anunció que los «delincuentes extranjeros» tendrán 72 horas de plazo para salir del país.
«Nosotros creemos que debemos expandir el sistema de las rondas en el Perú que no es otra cosa que la población organizada para dar seguridad a toda la población», dijo durante su Mensaje a la Nación en el Congreso de la República.
«Sabemos que la seguridad ciudadana es uno de los problemas más sentidos por la población. La Policía Nacional es el pilar sobre el cual la actividad pública lucha contra este mal, pero eso no es suficiente, a pesar de los esfuerzos que se realizan en este campo siguen campeando las pandillas, las bandas y los robos callejeros, las agresiones a la integridad física de las personas y sus vidas», indicó el presidente de Perú.
Para lograr la eficacia, se le asignará un presupuesto a las rondas, con el objetivo de dotarlas de la logística necesaria en la lucha contra la inseguridad ciudadana.
«Fortaleceremos la ley de rondas, incidiendo en su organización interna respetando su autonomía. Estamos seguros que conjuntamente con la Policía Nacional del Perú podemos acceder a una más eficiente seguridad pública. Los delincuentes extranjeros tendrán 72 horas de plazo a partir de la fecha para salir del país.Finalmente, los jóvenes que no estudian ni trabajan deberán acudir al servicio militar», dijo además el presidente de Perú.
Con las lógicas «diferencias» que pudieran existir, no parece muy diferente este llamado del presidente de Perú, Pedro Castillo, al que hiciese el 28 de septiembre de 1960, Fidel Castro Ruz.
El discurso de Fidel, el 28 de septiembre de 1960: Fundación de los CDR
Ante casi un millón de personas, congregadas frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución), el entonces primer ministro de Cuba Fidel Castro Ruz anunció «su idea», muy similar a esta que hoy propuso Pedro Castillo, presidente de Perú, ante el congreso.
“Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva – apuntó Fidel Castro en esa ocasión – Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo.”
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Instantes después nacían los primeros Comités de Defensa de la Revolución (CDR), una organización que se constituyó como una célula del barrio «para canalizar las necesidades del pueblo»; «para defender la obra que iniciaba la Revolución»; integrada por mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas, y que luego, después de estipuladas las primeras tareas «de la vigilancia revolucionaria», fueron convirtiéndose en un brazo «de información privada» al gobierno, desde al barrio, donde se informaba de quién no iba a los trabajos voluntarios; quién no participaba en las actividades patrióticas; en las donaciones de sangre; quién no participaba en la recogida de materia prima; quién iba a las iglesias o tenía «santos» dentro de su casa; quién escuchaba los artistas prohibidos en la radio; quién escuchaba emisoras extranjeras; y sobre todo: quien «pensaba diferente» a la ideología socialista que quería imponer a todos el gobierno socialista, y quién quería irse del país.
Habrá que ver, entonces, cuáles serán, en el transcurso del tiempo, las diferencias entre las rondas de Pedro Castillo, Presidente de Perú, y los CDR de Fidel Castro.
