La primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia de Granma, Yudelkis Ortiz, admitió de forma pública que el Gobierno no podrá garantizar un suministro eléctrico estable en el oriente del país ante la inminente llegada del huracán Melissa, dejando sin efecto la idea de que existía un plan especial de protección energética para esa zona.
En una intervención divulgada en Facebook, Ortiz explicó que varias de las plantas termoeléctricas más importantes del este cubano (incluyendo Felton, en Holguín, y Rente, en Santiago de Cuba) tendrán que desconectarse del Sistema Eléctrico Nacional. Señaló que esta decisión responde tanto a motivos de seguridad operativa como a la vulnerabilidad de esas instalaciones frente al impacto directo del ciclón.
“Vamos a estar sin electricidad. Hay que buscar la manera de informarnos por otras vías para conocer las principales noticias de las fases”, afirmó la funcionaria, indicando la necesidad de seguir las orientaciones oficiales incluso en condiciones de apagón total.
Sus declaraciones confirman que, durante el paso de Melissa, amplias zonas del oriente cubano quedarán completamente sin corriente, lo que agrava un escenario ya marcado por la escasez de alimentos, dificultades de acceso a agua potable y limitaciones para comunicarse.
Ortiz también advirtió que el escenario posterior al meteoro será severo: “Debemos concentrarnos en protegernos. Luego nos iremos recuperando. La recuperación será dura y difícil, pues afrontamos un tiempo de carencias de recursos”, señaló, anticipando un proceso lento y complejo.
Cuando un ciudadano le preguntó cómo la población podría mantenerse informada sin electricidad, la dirigente respondió que las autoridades intentarían emplear “vías alternativas” para comunicar las fases del evento, aunque no ofreció detalles sobre cuáles serían esos mecanismos ni cómo llegarían a las comunidades rurales.
Este reconocimiento sobre la inminente falta de energía en el oriente se suma a las quejas crecientes de la población por la falta de alimentos, la ausencia de planes de evacuación claros y lo que muchos describen como falta de respuesta estatal, justo cuando el huracán Melissa —catalogado de categoría 5— avanza hacia la región con vientos que superan los 295 km/h.



















