Cuba vive una crisis humanitaria con todas las de la ley.
La crisis energética ha provocado una emergencia humanitaria en Cuba, agravada por la falta de alimentos, agua y servicios básicos.
Unas 15 organizaciones de la sociedad civil cubana han emitido un comunicado advirtiendo sobre el colapso de los servicios esenciales, que afecta gravemente a la población, especialmente a los grupos más vulnerables como los ancianos, personas con discapacidad y enfermos crónicos.
En las últimas 72 horas, Cuba ha experimentado un deterioro masivo de sus infraestructuras, con cortes de electricidad que superan las 70 horas en algunas zonas y una escasez generalizada de alimentos.
La falta de electricidad ha imposibilitado la conservación de alimentos y medicamentos, mientras que el sistema de acueducto se ha visto gravemente afectado, dejando a muchas familias sin agua potable durante días. En un contexto donde las panaderías y cafeterías permanecen cerradas, la situación de los cubanos se vuelve insostenible.
La periodista Camila Acosta recogía, en medio de un apagón que ya duraba 73 horas —en su caso— buena parte del drama nacional. Desde su ventana, veía cómo la ciudad de La Habana se sumía en la oscuridad y el silencio roto solo por ocasionales cacerolazos de vecinos cansados de la represión. Mientras intentaba recargar su computadora en casa de un amigo, Acosta narraba cómo la comida se echaba a perder, el agua escaseaba y la frustración colectiva crecía sin tregua.
“No soy la peor, hay gente que lleva más de 100 horas sin electricidad”, comentaba, reflejando el sentimiento común de resignación. En Camagüey, Holguín y Guanajay la situación era aún más crítica, con ciudadanos obligados a cocinar con leña y hacer largas filas por alimentos, mientras las autoridades hacían oídos sordos a las crecientes protestas.
Las organizaciones han señalado al Estado cubano como responsable de esta crisis, denunciando su incapacidad para gestionar el país y exigiendo un plan de medidas a corto y mediano plazo que mitigue los efectos de la crisis.
Además, recoge Diario de Cuba, piden al gobierno que permita la participación de la sociedad civil en la gestión de la emergencia, sin criminalizar su actuación. La ONU también ha expresado su disposición para brindar asistencia técnica y ayuda humanitaria a Cuba, que también ha sido golpeado por el huracán Oscar en su región oriental.
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