La queridísima cantante cubana Omara Portuondo, diva del Buena Vista Social Club y nominada a los Latin Grammy 2023, arribó el domingo 29 de octubre a su cumpleaños número 93, que celebró en medio de su gira de despedida por los Estados Unidos.
“Buenas noches desde Seattle, donde he terminado mi concierto, quiero agradecer a todas las personas que me han mandado felicitaciones por mi cumpleaños, han sido muy amables en tener este detalle”, escribió la reconocida artista al pie de una foto en su perfil de Facebook donde aparece sonriente y agradecida.
La cantante compartió un agradecimiento especial al pueblo de Cuba por el apoyo incondicional que ha recibido durante sus décadas de trayectoria artística, así como a la vida por permitirle seguir haciendo lo que ama a tan avanzada edad.
“Hoy que cumplo 93 años y que la vida me sigue permitiendo cantar, gracias al pueblo cubano, a Cuba, a mi equipo de músicos que han estado junto a mí durante estos años, al mundo y a tantas personas que en este momento y en el pasado que formaron parte de mi vida y mi trabajo”, agregó la cubana de nacionalidad española.
Omara, o “La novia del feeling”, como su público la llama con cariño, dedicó un mensaje especial a su equipo médico por hacer posible que pueda brindar lo mejor de sí cada vez que sube a un escenario. También, agradeció a su familia, especialmente a su nieta Rossío y su hijo Ariel, quien es “el motor impulsor para seguir”, dijo.
Sus últimos conciertos en Estados Unidos, que forman parte de su gira mundial “Adiós, vida 2023”, se los ha dedicado a su fallecida nuera, Anabel Blanco Echevarría, madre Rossío. “Aunque no está físicamente, sigue en nuestros corazones”, dice su mensaje.
“Beso grande, Omaritillita”, se despidió la diva en su comunicado de Facebook.
A mediados de octubre, Omara Portuondo se disculpó con sus fanáticos en todo el mundo por mantenerse ausente de las redes sociales, debido a la inesperada muerte de la madre de su nieta. “Sufrimos una pérdida nunca esperada”, escribió en aquel momento.
Portuondo calificó a su nuera de “una mujer increíble, humana, y un corazón grande”. A pesar del dolor, continuó con sus compromisos profesionales y se presentó en ciudades como Chicago, Santa Fe, San Francisco, Milwaukee y Michigan.
