Ni siquiera los actores cubanos que no han alzado la voz ante los graves problemas que padece la isla, se han llevado más oprobios que Tahimí Alvariño
Mientras decenas de cubanos se molestaban con Tahimí Alvariño por su post enardecido en contra de la situación imperante en la isla, una «realidad paralela» se vive dentro del gremio de actores en la isla.
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«Paralela» y entrecomillada porque, a juicio de este redactor, la situación que por estas horas han vivido decenas de ellos no es la misma para todos. Para algunos, los días sin corriente han sido una eternidad. Otros, como Luis Alberto García y Ulises Toirac llevan una eternidad protestando.
Trazar «paralelismos» entre el comportamiento de uno y de otros actores cubanos no parece idóneo pero, tal pareciera que una «conciencia de clase» se despierta dentro de algunos que, a diferencia de Toirac y García, por citar dos ejemplos, no habían alzado sus voces.
Tal vez porque, como diría una persona allegada a casi todos ellos, algunos actores cubanos no son tan visibles pues su participación en las pantallas no es tan asidua. Otros porque no suelen hacer uso de las redes sociales para expresar sus catarsis.
Uno de los conocidos no tan conocidos por protestar, aunque esta no es la primera vez que lo hace, es Alejandro Palomino.
El actor y director llamó «Hijos de p…» y calificó de «masacre» lo que estuvo viviendo durante más de 112 horas en las que estuvo sin corriente eléctrica.
A través de varios post – fotos incluidas – Palomino expuso con toda la claridad que el momento lleva el drama que él – y muchos como él – estaban viviendo.
«No es que él sea de esos, pero ya son meses los que llevamos en esta majomía,» dijo desde la isla un amigo suyo que declinó identificarse.
Por su parte, el escritor Nelson Simón expresó la desesperación que se ha apoderado de los cubanos, desde ciudadanos hasta funcionarios, al enfrentar una crisis prolongada y profunda.
En un post publicado en Facebook, Simón describió con lujo de detalles cómo la falta de electricidad y recursos afecta la vida diaria, mostrando rostros desgastados de amigos, madres y trabajadores que no pueden siquiera quejarse sin miedo a represalias.
El escritor criticó la «violencia psicológica» que sofoca al pueblo, y argumentó que el Estado debería crear condiciones para que cada cual pueda resolver sus problemas, en lugar de imponer soluciones inadecuadas. Por si fuera poco, llamó a una transformación profunda para una Cuba que merezca vivir dignamente.
Otra que se las vio negras es la artista y activista trans cubana Kiriam Gutiérrez Pérez.
La joven expresó en su perfil de Facebook la difícil situación que vivió tras 96 horas sin electricidad ni agua en su hogar en La Habana, a raíz del paso del huracán Rafael; momento en el que lamentó la pérdida de alimentos y la imposibilidad de mantener condiciones de higiene, especialmente con adultos mayores y niños que requieren cuidados especiales.
En su mensaje, la activista y actriz reflexionó sobre la crisis humanitaria y energética que afecta a la isla, señalando que «vivir y crecer aquí también es un infierno». También mencionó la discriminación que ha sufrido debido a su activismo y orientación sexual.
Sin embargo, ni unos ni otros han sido tan virales como Taimí, y según no pocos «entendidos en la materia», lo que hacen falta son más voces «virales» como las de Taimí, y hasta han aparecido nombres: Isabel Santos, Jorge Perugorría, Maykel Amelia y Alejandro Cuervo.
Algunos actores cubanos, como Laura de la Uz, eventualmente han soltado un lamento, pero a juzgar por los comentarios dejados en una publicación de un medio independiente cubano sobre el caso de Alvariño, el sentimiento generalizado es el de la teoría del callo pisado.
La realidad indica que todos y cada unos sufrieron un pisotón, pero no todos dieron el brinco como Tahimí, y sin embargo fue esta la que se llevó los peores «elogios».