Habitantes del municipio de Songo-La Maya, en Santiago de Cuba, y en específico en la comunidad El Cacahual, han denunciado ante CubaNet Noticias la grave situación que enfrentan en su comunidad debido a la escasez de alimentos y medicinas. Para ellos no hay salchichas de Richmeat, ni congrí con agua de hojas de guayaba.
Allí, En El Cacahual, muchas personas viven en casas de madera, algunas reforzadas con láminas de zinc, y con pisos de tierra; y a pesar de los esfuerzos por buscar ayuda en el Gobierno y el Partido, la situación sigue igual.
Triste es la situación para Aliuska Anaem, residente de El Cacahual, quien destacó al medio independiente la falta de atención médica necesaria para personas con diversas afecciones de salud, incluyendo problemas visuales, operaciones de columna, y condiciones cardíacas.
Crítica es por su parte la vida que lleva Mireya Rodríguez Vera, otra habitante de El Cacahual, quien señaló al medio la dificultad que enfrenta para encontrar comida y el mal estado de los caminos, lo que dificulta la comunicación y el transporte.
En las bodegas locales, en el último mes, dijo Mireya, solo ha llegado una libra de azúcar y dos de arroz, insuficientes para las necesidades alimentarias de las familias.
Para ella la posibilidad de que llegue a su refrigerador unas salchichitas de Richmeat de Cuba S.A., una empresa mexicana que produce alimentos, en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM) en Cuba, está tan lejana en el tiempo como lo está para los cubanos encontrar el globo de Matías Pérez o el avión de Camilo Cienfuegos.
Señala el diario oficialista Granma, que Richmeat abrirá su segunda planta de procesamiento más grande que la actual, que fabrica picadillo, la cual estará enfocada en la producción de salchichas bajo la marca La Favorita; y además de salchichas, planean elaborar hamburguesas y albóndigas.
Ni unas ni otras, y a pesar de que la empresa ya suministra 2,500 toneladas métricas de carne molidas mensuales, y aspira a vender en pesos cubanos y expandir su distribución a la región oriental de Cuba, han llegado a la cocina de Mireya.
Para ella, tal vez, por el momento, le quede «el consuelo» de poder hacer congrí según la receta ofrecida por estas dos cubanas, las internautas Yuri Avi y Yunileysi Sotolongo, quienes por estos días de tanta innovación culinaria, con el premio especial del jurado para la ropa vieja hecha con cáscara de plátano burro, han compartido en las redes cómo hacer congrís con agua de hojas de guayaba, ante la ausencia de frijoles.
Perdón, frijoles hay, lo que la libra cuesta ya $650 CUP, pero este puede ser sustituido por el viejo gandul.
La idea tras hervir las hojas de guayaba es «obtener el color característico que estas desprenden durante la cocción», para luego reservar «el agua la cual utilizas para la preparación normal con todos los aliños correspondientes.»
«Les aseguro que queda riquísimo, además que las hojas de guayaba poseen propiedades medicinales», agregó Yuri.
Su arroz sin embargo no tiene granos, handicap que logró superar Yunileysi quien dijo que «a veces tenemos alimentos en frente y no lo usamos por no conocerlos» y ha usado el gandul para sustituir los frijoles.
«Un vasito de la medida de la arrocera de gandul para cuatro vasitos de arroz de la misma medida se puede hacer con los gandul tiernos los rojos o igual secos. Se ablandan primero y luego se procede hacer el congris con su sofrito habitual de ajo cebolla y ajis ojo queda muy bueno con manteca de puerco», detalló esta cubana.
Habrá qué ver qué opina, allá en el lejano El Cacahual, en Songo la Maya, Santiago de Cuba, Mireya Rodríguez Vera.
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