El polémico sistema de cámaras instaladas en los autobuses escolares de Miami-Dade, que ya había generado una ola de críticas por sancionar a conductores de forma injusta, suma ahora un nuevo capítulo de incertidumbre. Tras una investigación del Miami Herald y The Tributary, la oficina del alguacil del condado anunció que suspenderá temporalmente las multas emitidas a conductores que deseen impugnarlas. Sin embargo, esta medida deja en el limbo a quienes ya pagaron sanciones que, según las denuncias, fueron impuestas erróneamente.
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El programa, administrado por la empresa BusPatrol, fue aprobado sin licitación pública y ha recaudado más de 20 millones de dólares en multas desde su implementación. Según datos recientes, se han emitido alrededor de 400 sanciones diarias, muchas de ellas dirigidas a conductores que manejaban en el carril contrario a un autobús escolar detenido, incluso cuando una mediana elevada separaba ambos sentidos de la vía, lo que es completamente legal. A pesar de que estas multas fueron erróneas, el dinero pagado por quienes no lograron apelar sigue sin solución clara.
El sheriff de Miami-Dade, Rosie Cordero-Stutz, reconoció que el sistema tenía fallos y ordenó una revisión del programa. Como resultado, se habilitó el sitio web alertbus.com para que los conductores puedan impugnar sus multas. Sin embargo, aquellos que ya pagaron las sanciones no podrán recuperar su dinero fácilmente, pues la oficina del alguacil aclaró que esos pagos se hicieron directamente a BusPatrol, sin pasar por sus manos.
La falta de claridad sobre cómo se manejarán las devoluciones ha avivado las críticas contra el distrito escolar, que no ha ofrecido respuestas concretas sobre el destino de los fondos generados. Mientras tanto, se estima que más de 1,000 personas que intentaron apelar sus multas se encuentran estancadas en un limbo burocrático, ya que sus audiencias judiciales nunca fueron programadas debido a problemas con el sistema de archivos electrónicos de las cortes de Florida.
La controversia recuerda el escándalo con las «camaritas de luz roja», aquellas cámaras en los semáforos que fueron eliminadas en Miami en 2017 luego de que los conductores denunciaran injusticias similares. El mal sabor que dejó aquel episodio parece repetirse, esta vez con los autobuses escolares como protagonistas, dejando en evidencia que, cuando se trata de recaudación masiva disfrazada de seguridad vial, en Miami todo es posible.
Tal vez el mejor resumen de lo que se ven con estas «licitaciones» a empresas en Miami, que cobran y luego se meten un siglo en devolver lo erróneamente cobrado, lo reflejó un internauta en la publicación del Herald, donde expresaba:
«¿Quién vendió esta compañía a la junta escolar? ¿Quién en el tablero está recibiendo un retroceso o una regalía o? Todo el trato suena sospechoso. Esta compañía debería estar ocupada y reembolsar las multas «incorrectas» que ya se han pagado. Parecen ser muy sofisticados en la capacidad de entregar boletos. ¡Deben ser lo suficientemente sofisticados como para averiguarlo, con la prensa de una llave, que ha pagado por la violación que no debían pagar! ¡Veamos qué tan rápido devuelven el dinero a quién se supone que obtendrá un reembolso! ¡Quién quiere apostar que será mucho, mucho tiempo! ¡Qué vaca tan gorda! Estoy de acuerdo, deberíamos tener mucho cuidado en los autobuses escolares, pero $ 120 millones en manos de esta compañía son indignantes (…)»





