La actriz cubana Inima Fuentes murió en España este fin de semana, tras una larga lucha contra el cáncer, informaron fuentes cercanas a la joven.
Aunque no se ha confirmado que la causa de su muerte, sus últimas publicaciones en redes sociales evidencian que su salud estaba muy deteriorada por la penosa enfermedad contra la que batalló.
La pérdida de la versátil artista natal de Cienfuegos, pero radicada en Sevilla, ha sido considerada por muchos un duro golpe a la cultura cubana.
Graduada del Instituto Superior de Arte (ISA), la también cantante lírica, productora, escritora de teatro y cineasta no solo ganó prestigio por su talento artístico, sino también por su calidad humana.
Tan es así, que en los últimos tiempos la otrora profesora del ISA se dedicó a darle visibilidad y apoyo a pacientes oncológicos.
Entre sus obras más recientes destaca el cortometraje “Marrón”, estrenado a finales de septiembre como un acercamiento sin romanticismos a la vida de las personas con enfermedades oncológicas.
Al tiempo que muchos allegados y admiradores de su obra han lamentado su muerte y han dejado mensajes de apoyo a su pareja, el también actor cubano Yasmani Guerrero, han recordado con especial cariño su legado.
Fuentes participó en numerosos proyectos relacionados con temas de género y feminismo, y se centró en interpretar historias socialmente relevantes.
En octubre pasado, tras recibir su título de Máster en Artes del espectáculo vivo en España, dejó en su muro de Facebook un conmovedor resumen sobre lo que su vida en su isla natal.
“Durante muchos años en Cuba viví con el síndrome del impostor. Nunca estuve fija en un grupo de teatro. Incluso me dijeron que era muy desconcentrada y solo porque mi pasión era aprender. Di clase en el ISA y aprendí un montón de mis compañeros y alumnos. Trabajé en el Centro Hispano y conocí al equipo más maravilloso que se puede tener. Me quise montar una ópera y me busqué el mejor equipo que se puede tener y la saqué”, relató.
“Y cuando quise aprender cine pues me formé y me acerqué a todo el que podía enseñarme”, escribió “orgullosa de que me tildaran de desconcentrada” porque lo que estaba era aprendiendo y “todo eso ahora está dando fruto”.
“Si para ti aprender y experimentar cosas nuevas es una pasión no dejes que nadie te la quite”, aconsejó la querida artista que sigue viva en la memoria de muchos.