En la madrugada del martes 24 de octubre, lamentablemente, falleció en Madrid el destacado dramaturgo, profesor, actor y director cubano, Raúl Alfonso, a la edad de 57 años.
Como se ha informado en diversos medios, la causa de su fallecimiento fue una enfermedad terminal que finalmente lo llevó a descansar en la capital española, ciudad que había sido su hogar en los últimos años.
La noticia de su partida ha sumido a la comunidad artística del teatro cubano en un profundo luto, donde colegas y amigos han expresado sus condolencias y rendido homenajes a través de las redes sociales.
Entre quienes han compartido su pesar se encuentra el destacado poeta, dramaturgo y ensayista cubano Norge Espinosa, quien en una publicación en Facebook le rindió un conmovedor adiós a su «AMIGO ÁNGEL Y DEMONIO».
En el mismo agradeció “la seguridad de haber conocido a alguien excepcional, con el cual, en medio de una Habana incierta y que ya empieza a desdibujarse, hablamos de algunas cosas que me ayudan a ser la persona que ahora soy”.
Espinosa además reveló que una persona cercana a ambos le había estado informando sobre el precario estado de salud del dramaturgo en los últimos días y “de las horas contadas que auguraban los médicos”.
En un emotivo gesto también, el actor Daniel Triana del Grupo Teatral El Portazo compartió fotos de los ensayos de una reposición de «Mamá», obra de Raúl Alfonso, recordando al maestro y agradeciéndole por su contribución al teatro.
“Hoy, trabajando en la reposición de «Mamá», obra de su autoría, recordamos al maestro Raúl Alfonso en su paso por nuestros ensayos. Mucha luz y gracias por todo, maestro”, comentaba el joven actor cubano.
Raúl Alfonso, nacido en 1966, se graduó como licenciado en Artes Escénicas en el Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA), especializándose en Teatrología y Dramaturgia.
Sus obras teatrales, como «El Grito», «El Culpable», «El Silencio» y «Bela de Noche», son consideradas pioneras en la dramaturgia cubana debido a la manera en que tratan la temática homosexual en una sociedad socialista como la cubana.
Como se comenta en sus biografías, el considerado autor existencialista, también se dedicó a explorar el humor en obras como «Mamá», «El dudoso cuento de la princesa Sonia», «El último capítulo del Evangelio» y «La Pasión según Judas Iscariote».
Además, Raúl Alfonso también dejó un gran legado en la pedagogía de las artes escénicas al desempeñarse como Profesor de Interpretación en la Escuela Nacional de Teatro de La Habana, el ISA, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, así como en diversas academias, círculos de magos y universidades de México y España.
En su recorrido profesional también ejerció, trabajó como actor, asesor y director escénico para varias reconocidas compañías de teatro como El Público, Eclipse, Teatro Mágico y SoloTeatro, y varias de sus obras fueron puestas en Cuba, México, Colombia, Estados Unidos y España.
