Entre agujas, quirófano y versos de su nueva canción, Amanda Sánchez se entregó a una transformación que va mucho más allá de lo físico. La influencer y cantante cubana, recientemente separada del también creador de contenido Ultrack, decidió documentar su paso por la cirugía estética… y las redes ardieron.
Con una bata médica, el rostro sin filtros y la voz temblorosa, Amanda Sánchez cantó. No fue en un escenario, ni en un estudio de grabación. Fue en una camilla, mientras le administraban anestesia antes de someterse a una intervención estética que marcaría el inicio de una nueva etapa en su vida. “Vuela”, su más reciente tema, fue el himno elegido para ese instante íntimo y revelador, que compartió con sus seguidores en TikTok e Instagram.
“Mírame luchar contra la anestesia”, escribió Amanda al pie del video. En la grabación se le ve resistiendo el efecto de los sedantes mientras entona los primeros versos de su canción. Poco a poco, la voz se apaga, los párpados se rinden y la escena termina en un corte sutil que ha acumulado miles de likes, emojis y mensajes de aliento. “Vean mis resultados próximamente”, prometió, sabiendo que cada movimiento suyo ahora es contenido viral.
Desde que puso punto final a su relación con Jorge Batista, Ultrack, la joven artista ha sido tema obligado entre los seguidores de la farándula cubana en redes. Y su paso por el quirófano no ha hecho más que consolidar ese nuevo capítulo: el de una Amanda soltera, empoderada, y sin miedo a rediseñarse por dentro y por fuera.
“Ahora sí se muere quien tú sabes”, comentó una fan en clara referencia a su expareja. Otras frases como “a recogerse Miami” y “te vas a ver mejor que nunca” inundaron la publicación, entre bendiciones y vítores digitales.
Desde que se hizo pública la noticia de su cirugía estética, muchos usuarios comenzaron a comparar la transformación de Amanda con la figura actual de Claudia Artiles, la nueva pareja de Ultrack. La “guerra fría” en redes se volvió evidente y no faltaron los mensajes insinuando que Claudia seguiría los mismos pasos quirúrgicos: “Ella no lo sabe, pero 30 minutos después Claudia tiene cita”, soltó una usuaria en tono de burla.
Frente a la polémica, Amanda respondió con elegancia desde su habitación en la clínica. “Estoy haciendo muchos cambios en mi vida, y entre ellos está quitarme y ponerme unas cuantas cositas”, dijo con esa mezcla de ironía y transparencia que la caracteriza. Su tono, lejos de ser defensivo, parecía confirmar lo que muchos ya sabían: este cambio no es solo físico, es simbólico.