El hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, considerado durante muchísimos años de referencia nacional, tiene ahora muy mala fama.
Sagua la Grande Libre, un perfil en Facebook que adquirió bastante notoriedad esta semana en las redes tras publicar imágenes de la «revuelta» sucedida en el hospital de Sagua la Grande, en la provincia de Villa Clara, ha publicado ahora imágenes de cómo el MININT y la Seguridad del Estado en esa provincia se encuentran custodiando el hospital Arnaldo Milián Castro en Santa Clara.
Seguramente se trata del «cumplimiento» de una orden emanada del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, quien en reunión con el Grupo de Trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19 pidió más “comprensión” y “compromiso” para enfrentar la pandemia.
El «Diazca» expresó ayer que “la situación actual de la epidemia ha sobrepasado las capacidades del sistema de salud” cubano, y de paso le pidió más rigor en el trabajo al personal de salud, pero tras bambalinas seguramente orientó a las fuerzas del orden que custodien los hospitales, a fin de evitar otro suceso, como el que se vio en el hospital de Sagua la Grande.
Fue así que, aún sin certeza de que la idea emanó de las palabras de Díaz-Canel, el MININT y el Departamento de la Seguridad del Estado protagonizaron un despliegue policial en el hospital de Santa Clara, que según reportes de la prensa independiente cubana tiene muy malas condiciones dentro.
Hace unos días, la Fundación Nacional Cubano Americana compartió a través de sus redes sociales un video en el que se aprecian claramente cuáles son las condiciones actuales del hospital Arnaldo Milián Castro, en Santa Clara. En el video se aprecia cómo se encontraban las salas y el pasillo del centro y las imágenes no corresponden a lo que pudiera definirse como un hospital provincial. Mucho menos el hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, considerado durante muchísimos años un hospital de referencia nacional, donde trabajaron varios de los mejores cirujanos cubanos nacidos en la región central del país. Varios de los mejores cardiólogos y neurólogos que se recuerden, trabajaron allí, operaron allí, o impartieron cursos de capacitación allí, en el hospital provincial de Santa Clara.
¿Acaso temen que los familiares de pacientes protesten ante las pésimas condiciones del hospital; o ante la falta de oxígeno o medicamentos? Probablemente sí.
“Los motores que vemos entre los carros de policía son de los grupos de respuesta rápida, los ‘supuestos civiles’ son militares listos para agredir al pueblo”,
se lee en la publicación.
“En Santa Clara (como en casi toda Cuba) ha colapsado el sistema sanitario y el pueblo está indignado, lo que podría producir protestas”, dice además el post.
En el video se observan varias patrullas y oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Otro hospital militarizado, pero en La Habana
La crítica situación con el abastecimiento de oxígeno en los hospitales de La Habana ha obligado al gobierno a enviar patrullas de la PNR y oficiales del MININT y de la Seguridad. T.M., una doctora cubana trabajadora del Calixto García, dice bajo condición de anonimato que se trata de una medida «necesaria», por cuanto allá dentro se estaban robando oxígeno, medicinas, y había otras triquiñuelas más que ella prefiere ni contar, a fin de evitar ser descubierta.
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T.M. afirma que ahora todo se ha calmado un poco, después que Díaz-Canel advirtió sobre la venta de medicamentos en el país, y que hasta ella misma tiene miedo de recetar mucha más Azitromicina de la que debería.
«Los pacientes vienen y te la piden; algunos hasta ofrecen dinero por la receta», aseguró vía Signal.
Revisando la prensa oficialista, nos encontramos con que hasta el mismísimo primer secretario del Partido en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, y el gobernador de la capital, Reinaldo Garcia Zapata, sugirieron «tener un control riguroso del consumo de oxígeno», momento ese en el que dijeron además que «no se puede permitir, por ningún motivo, el derroche de oxígeno, ni permitirse desvío alguno».
Iríbar recalcó que hay que administrar bien el oxígeno y no permitir derroches de ningún tipo.
«Al que cojan vendiendo un balón de oxígeno va a halar más años que si matara una vaca», dijo a este redactor A. Pacheco, un amigo de más de 35 años, residente en La Habana que se dedicó toda su vida a mover y vender en La Habana todo lo que se pudiera mover y vender a los turistas; especialmente ron, tabaco y obras de arte.
Aunque ya está «jubilado», Pacheco reconoce que hay que tener un poco de ética y decencia para no caer en eso de venderle medicinas a gente que la necesita; especialmente balones de oxígeno a los que ya no pueden o se le dificulta respirar.
«La única medicina que yo he vendido en mi vida es el PPG», admitió Pacheco, quien asegura que el gobierno tiene los mecanismos para evitar estos robos en los hospitales, pero que la miseria y la necesidad es tanta, que «todos se ponen de acuerdo; doctores, enfermeros, pantristas…»
Hasta el momento las autoridades capitalinas no habían reconocido la falta de oxígeno en sus centros hospitalarios, pero diversos reportes en las redes sociales confirman que la situación es extremadamente grave.
