¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que también se puede disentir sin perder principios ni respaldo político? ¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que defender a los inmigrantes no es una traición, sino una obligación moral y cívica?
El diario Miami Herald dedicó un editorial a la congresista republicana María Elvira Salazar, al mismo tiempo que la colocó bajo un reflector incómodo para su propio partido: si ella se atrevió a cuestionar la nueva ofensiva migratoria de Donald Trump, ¿por qué el resto de los republicanos de Miami permanece en silencio?
El texto parte de la decisión de la administración Trump de pausar todas las solicitudes de inmigración de nacionales de Cuba, Haití, Venezuela y otros países clasificados como “de alto riesgo”, una medida que afecta trámites de residencia, ciudadanía y otros procesos migratorios de 19 países, además de congelar de forma general las solicitudes de asilo, independientemente del origen del solicitante. La orden se justificó como respuesta al tiroteo del 26 de noviembre en Washington D. C., atribuido a un ciudadano afgano, pero sus efectos han sido inmediatos sobre inmigrantes que vivían legalmente en Estados Unidos.
En ese contexto, Salazar, congresista cubanoamericana por el Distrito 27 y promotora de la llamada “Ley Dignidad”, calificó la decisión de “antiamericana” y advirtió que se está castigando a inmigrantes trabajadores que siguieron todos los pasos legales. Recordó que ya existen controles de seguridad y verificación de antecedentes para impedir la entrada de personas peligrosas, aunque no parecen ser del todo efectivos, y que paralizar naturalizaciones y ajustes de estatus no mejora la seguridad, sino que rompe la confianza de comunidades enteras.
El Miami Herald destaca el peso político de esa crítica por venir de una republicana electa en un condado que Trump ganó por 11 puntos en 2024. El editorial subraya que, cuando es un dirigente del propio partido quien cuestiona al expresidente, el mensaje “pesa tanto como cualquier acusación demócrata” y rompe la narrativa de obediencia automática dentro del GOP local.
El periódico también menciona el pronunciamiento del comisionado de Miami-Dade René García, quien denunció detenciones de inmigrantes sin antecedentes criminales directamente en sus audiencias migratorias, dejando a familias sin saber siquiera en qué centro de detención están sus seres queridos. Pero, para la junta editorial, esas voces siguen siendo la excepción.
En contraste, recuerda la nota, los congresistas Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart emitieron un comunicado elogiando a Trump por “proteger la seguridad nacional” y “restaurar el orden” en inmigración, sin aludir al impacto concreto sobre quienes estaban a punto de jurar como ciudadanos o concluir trámites legales.
El Miami Herald reconoce el contexto electoral —el distrito de Salazar es menos seguro para los republicanos que los de sus colegas—, pero advierte que este no es el momento para cálculos políticos. Si la ciudad y el condado han prosperado gracias a la inmigración, concluye el editorial, más líderes republicanos deberían tener el valor de decirlo en voz alta, justo ahora que su propio partido impulsa políticas que golpean a los mismos inmigrantes que dicen defender.
Por lo pronto, quedan en el tintero estas cinco preguntas que tal vez alguno quiera responderse a sí mismo:
¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que también se puede disentir sin perder principios ni respaldo político? ¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que defender a los inmigrantes no es una traición, sino una obligación moral y cívica? ¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que el costo del silencio puede ser mayor que el de decir la verdad? ¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que incluso en tiempos de Trump hay espacio para decir “no” cuando las políticas cruzan una línea? ¿Tal vez María Elvira le está enseñando a sus colegas del Partido Republicano que representar a Miami implica algo más que repetir consignas: implica defender a su gente?
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