En la sección del penal de Pinar del Río a donde ha sido trasladado Maykel Osorbo, no hay ni colchones
La voluntad de Maykel Osorbo es difícil de quebrantar. La policía política ya lo sabe. Lleva casi cinco meses encarcelado, y sus ideas cada vez están más claras.
Hace apenas una hora la activista Anamelys Ramos en redes sociales ha publicado del traslado de Maykel a otra parte del penal de máxima seguridad 5 y medio, en la provincia de Pinar del Río.
«Maykel fue trasladado a otra sección del penal, donde no hay ni colchones y cuando llaman al médico puede demorar alrededor de 5 horas. Sus palabras fueron: ‘aquí sí que le pasa algo a cualquiera y nadie se entera. Ahora vinieron y me dieron una mitad de colchón, prácticamente estoy durmiendo en la tabla'».
Justamente ayer el régimen permitía que la nueva abogada de Maykel lo visitara. Recordemos que es la tercera que lo representa desde que está preso bajo las acusaciones de «desobediencia, resistencia y desacato», como ha confirmado la organización no gubernamental Cubalex.
Además del cambio de medida cautelar, la abogada ha solicitado que el artista -a quien no se le perdona su participación en el tema Patria y Vida– sea acercado a la capital de la isla, donde residen sus familiares y amigos.
El tratamiento que recibe Maykel Osorbo en prisión es muy similar al que ha denunciado Human Rights Watch en un informe que ha visto hoy la luz y que habla de los apresados tras las protestas del pasado 11 de julio.
En el texto se señala que «los detenidos estuvieron incomunicados varios días o incluso semanas, fueron arrestados con violencia y en algunos casos recibieron maltratos durante la detención. Algunas víctimas fueron obligadas a hacer sentadillas desnudas, privadas del sueño, golpeadas brutalmente o encerradas en celdas sin luz natural donde señalaron que perdieron noción del tiempo. A otras se las amenazó con represalias contra ellas o sus familiares por protestar».
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