Otro comensal cubano sufrió una amarga decepción al visitar el recién estrenado restaurante El Cochinito, en La Habana.
Desde que abriera el restaurante, el pasado 25 de septiembre, al menos en par de ocasiones se han visto quejas en las redes sociales sobre el servicio que oferta la instalación.
La más viral de las denuncias fue la hecha por Rodolfo Rodríguez , quien detalló una por unas las irregularidades vistas el día que acudió entusiasmado a la reapertura del afamado restaurante de la gastronomía popular habanera; un sitio que hace tres y cuatro décadas era el deleite de no pocos habaneros, y lugar de alcurnia al que solían invitar aquellos interesados en deslumbrar a una futura pareja. Rodolfo narraba como la carne de cerdo solicitada por él fue, cuatro tiritas de carne, y un pedazo de gordo -grasa- con pelos.
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Ahora vuelve «el gordo» a El Cochinito. Es decir, vuelve el pedazo de grasa de cerdo. Vuelve… ¡y otra vez con pelos!
Esta vez lo hace en sustitución del pescado, o al menos así lo cuenta Carlo Bernal Pérez, el remitente de una carta enviada al oficialista diario Granma.
En ella, el comensal relata cómo «le cambiaron la bola» en El Cochinito, pues él pidió pescado, pero le trajeron cerdo… ¡frito en una manteca con sabor a pescado!
«Por filete de pescado me sirvieron cerdo asado, que no era tal. Comencé a comer, y como yo había pedido pescado y el sabor de la grasa era de pescado, cogí algunas cucharadas, hasta que observo un pellejo con pelos. El otro plato, masas de cerdo frito, también tenía olor a pescado. Parece que esa grasa era de días anteriores», dice en su queja sobre el servicio recibido en El Cochinito.
«Había poco personal sirviendo, según comentaron, porque era una cooperativa y trabajaban así para ganar más. Noté ausencia total de profesionalidad de los trabajadores, incluyendo al área de la cocina», concluye el estupefacto comensal su queja.
