La única sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo de 2018 en La Habana en el que perdieron la vida 113 personas, Mailén Díaz, presentó una querella en la Audiencia Nacional de España contra la compañía que operaba el avión.
Junto a Pedro Luis Trujillo y Aitana Trujillo, familiares de unas de las víctimas mortales del siniestro, Mailén Díaz reclamó al tribunal español para que investigue a la compañía Global Air y a su director general, quien es de nacionalidad española, informó el diario La Razón.
Los demandantes alegan que la tripulación de la nave “no contaba con la formación adecuada para responder de forma eficiente” a una emergencia de este tipo y mantiene que la aeronave “no se encontraba en estado de ser operada con seguridad”.
Asimismo, afirmaron que “se vulneraron las normas más elementales de cuidado, materializadas en la vulneración de la normativa relativa al mantenimiento de la aeronave poniéndose en riesgo la vida de 114 personas”, a pesar de conocer “el peligro que suponía ejecutar el vuelo en dichas condiciones”.
Los querellantes indicaron que hasta el momento “no se han depurado responsabilidades penales ni mucho menos civiles por las autoridades de ningún estado”, razón por la que acuden a la jurisdicción española para que investigue el caso.
Según la fuente, que tuvo acceso a los documentos de la querella, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 ha realizó las diligencias necesarias y solicitó a la Fiscalía que determine sobre la competencia de la Audiencia Nacional para investigar el accidente, antes de decidir si admite a trámite la demanda.
Un informe de la la Comisión Estatal de Investigación de Incidentes y Accidentes Aéreos asegura que tras despegar del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, la aeronave fletada por la compañía Cubana de Aviación sufrió “un anormal y extremo ángulo de banqueo a la derecha hasta en seis ocasiones, la última de ellas incontrolable para los pilotos”.
Por su parte, la empresa mexicana Damohj S. A., cuyo nombre comercial es Global Air, atribuyó el siniestro a un “error humano”, argumentando que la tripulación realizó el despegue con un ángulo de ascenso muy pronunciado, lo que provocó el desplome del avión.
De acuerdo con el reporte del medio español, las víctimas del accidente acusaron directamente al director general de la compañía por obviar los trabajos elementales de mantenimiento de la aeronave y recortar costos en seguridad y formación de sus empleados.
También pidieron que se le tome declaración a los acusados y a representantes de la Comisión Estatal de Investigación de Accidentes de Avión (CIAA) de Cuba.
