Varios videos que han comenzado a circular en las redes sociales revelan el impacto nefasto que esta teniendo la nueva ley de inmigración del gobernador Ron DeSantis; al menos en los sitios de construcción en Florida. Según afirman algunos, en declaraciones recogidas por un canal de noticias de Miami, la ley, firmada por DeSantis la semana pasada, ha provocado el abandono de varios sitios de construcción por parte de trabajadores inmigrantes.
Se trata de un disposición de un proyecto de ley que asigna $12 millones para la llamada iniciativa de reubicación de migrantes de DeSantis.
La ley también amplía el uso de E-Verify, un sistema federal que determina la elegibilidad legal de los empleados para trabajar en los Estados Unidos, para empresas con más de 25 empleados. Prohíbe que los gobiernos locales proporcionen fondos a organizaciones que emiten tarjetas de identificación a personas indocumentadas e invalida las licencias de conducir de otros estados en poder de inmigrantes indocumentados.
Por si fuera poco, también podría causar problemas a la hora de que un inmigrante ilegal llegue a un hospital en busca de atención médica, pues obligaría a los hospitales a preguntarle al paciente por un status de residencia.
El reporte del canal Local 10 News, Hatzel Vela investigó el impacto de la ley.
El reportero visitó dos ubicaciones de Home Depot, donde los inmigrantes suelen a menudo reunirse en búsqueda de algún trabajo manual.
No se trataba de mexicanos, o centroamericanos. Vela, que hasta hace unos años era corresponsal de noticias en La Habana, reconoció a muchos de ellos como cubanos. Según dijeron, esperaban que se procesaran sus documentos de inmigración, y declinaron comparecer ante la cámara.
Otros, sin embargo, expresaron su preocupación y dijeron sentir – palpar – una disminución en el número de trabajadores manuales que habitualmente se reúnen en lugares como Home Depot.
Un trabajador dijo al medio que la ley podría potencialmente aumentar los salarios de los trabajadores con documentación legal debido a la reducción de la competencia.
Sin embargo, desde la semana pasada, criticos de la ley advirtieron que esta podrían tener un efecto boomerang; al menos, «expulsando» a miles de inmigrantes sin papeles de la Florida.
Los defensores de los inmigrantes advirtieron sobre los posibles efectos devastadores de la nueva ley, no solo en el negocio de la construcción, sino también en la agricultura.
Esta incidencia en la agricultura podría provocar, dijeron, más aumentos en los precios de las tiendas de comestibles, donde ya la inflación se ha dejado sentir con precios altos para productos que anteriormente costaban varios dólares menos.
La ley, además, podría provocar afectación en el negocio de la restauración y la hotelería, del cual la Florida siempre ha blasonado y fue, casi unánimamente lo que salvó al estado de la ruina durante la pandemia de COVID-19.
Lo cierto es que los críticos de la nueva ley han expresado su preocupación de que el miedo entre los trabajadores agrícolas y hoteleros podría llevarlos a buscar empleo en otros estados, creando una brecha económica en Florida.
El medio destaca que, cuando a DeSantis se le preguntó acerca de los migrantes que abandonan el estado, el gobernador declinó abordar directamente el tema, pero enfatizó la importancia de construir una economía sólida basada en la legalidad.
Este trato migratorio de DeSantis comenzó como una «iniciativa» el año pasado, cuando el gobernador llevó a un grupo de migrantes sudamericanos de Texas a Martha’s Vineyard, Massachusetts, como protesta contra la política federal de inmigración.
El hecho, que captó atención nacional, fue más bien un espaldarazo a una iniciativa ya puesta en marcha por el gobernador de Texas, Greg Abbot, quien llevó desde su estado, en ómnibus, a migrantes directamente desde la frontera a estados demócratas ubicados en la costa este de los Estados Unidos.
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