Los Moskvich son una de las reliquias del fallido comunismo que aún circulan por las calles de La Habana. Los Moskvich, los Ladas y los Polski, de fabricación polaca. Son la imagen que ha perdurado en la memoria del país sobre ese tipo de transporte ya de la prehistoria del automóvil.
Esa foto está impregnada entre los cubanos. La del Moskvich antiguo que todavía rueda en las calles y que ha ido pasando de generación en generación. Pero la “foto” no es totalmente fiel a la historia de este automóvil. Si uno ve uno los Moskvich de reciente fabricación se quedará con la imagen de la sorpresa en el rostro. No tienen absolutamente nada que ver con la representación del auto soviético que tenemos en la cabeza.
Tras más de dos décadas en que la marca permanecía en el olvido ya ha vuelto a comenzar sus operaciones en Moscú y su producción también se ha visto afectada por la invasión de Putin a Ucrania. Los especialistas indican que el “modelo a fabricar es el Moskvich-3, un SUV mediano con el cambio de marchas manual o automático, a escoger”.
Los primeros 400 vehículos de los modernos Moskvich salieron al mercado el pasado año mientras en este 2023 se había anunciado la fabricación de 50 mil unidades.
“De estos Moskvich -3, habría unos 10 000 con propulsión eléctrica. Y para 2024, podrían llegar a las 100 000 unidades, de los cuales 20 000 serían eléctricos. El socio para la tecnología de la planta moscovita, es Kamaz”, añadió la página especializada Excelencias del motor.
“De esta manera, el Moskvich-3 estaría basado en el JS4, un SUV chino de JAC Motors, de tamaño mediano, que se conoce también como un SUV C. Este crossover tiene las siguientes dimensiones: 4,41 metros (m) de largo, 1,80 m de ancho y 1,66 de alto. Su distancia entre ejes es de 2,62 metros. Se dice que JAC suministraría la plataforma y algunos componentes”, agregó la publicación.
El texto indica que “ de momento, el Moskvich-3 solo se venderá en Rusia y sus similares de la competencia, tales como Kia Sportage, Hyundai Tucson, Peugeot 3008 y Seat Ateca, tendrán un nuevo rival que, de competir en precio, será difícil ganarle”.
A pesar de ser estrechos aliados de Rusia, el gobierno cubano no ha anunciado la venta en Cuba de estos vehículos, mientras a la isla están llegando cada vez con más frecuencia autos de distintas marcas.
Si finalmente comienzan a circular en un futuro estos modernos Moskvich seguramente más de un cubano quedará con la boca abierta y la imagen borraría definitivamente al viejo carro que todavía circula en su memoria
