El activista cubano Arian Cruz Álvarez, conocido como Tata Poet, denunció en las redes sociales que no hay disponibles autos fúnebres ni ataúdes para recoger a un tío suyo recién fallecido de cáncer.
En una suerte de carta abierta a “la seguridad del estado, al PCC, al consejo de estado, y a la madre de los tomates”, el activista declaró que “hace algunas horas que falleció mi tío, paciente oncológico, por el cual se tuvo que hacer malabares para conseguir su sangre y que pudiese ser transfundido en varias ocasiones, entre otros desmanes, porque la potencia médica de Cuba brilla por su ausencia, y ni guantes tienen para operar a pacientes graves. Ahora mismo me acabo de enterar que no hay carro fúnebre, ni caja, para que sea llevado a la funeraria y que sea velado”, clamó.
Y luego reclamó la evidente irregular distribución de los recursos gubernamentales en Cuba, pues reveló haber sido “testigo de todo el despliegue policial, y militar que había en el parque Coyula y todos los alrededores de la embajada de Panamá, donde contó “más de 25 patrullas, cerca de 40 motos de la seguridad del estado, 3 ambulancias, 5 camionetas de las avispas negras, 3 camiones pipas, 2 rastras enormes en donde trasladan a los presos, 4 camiones de policía, 3 ómnibus, y más de una veintena de carros del MININT”.
Cruz Álvarez refierió el caso de la niña Lisaira Ramírez Rodríguez, de 6 años, fallecida recientemente en el municipio Mella de Santiago de Cuba, luego de 3 horas convulsionando sin que ninguna institución de salud ni política respondiera a las solicitudes de auxilio de sus padres, “y si continuo narrando casos similares, no termino jamás”, expresó, inquiriendo directamente a las autoridades: “¿Hasta cuándo es el descaro de ustedes? Claro, claro, hasta que lo dejemos de permitir, pues perfecto…tienen 2 horas para que mi tío sea llevado con su familia al velatorio. Tienen 2 horas para que aparezca el carro, la caja, y todo lo necesario para que este hombre y su familia logren descansar”, sentenció.
“Ya están advertidos, les voy a calentar la funeraria de Santa Fe, les voy a calentar el hospital, les voy a calentar lo que haga falta”, espetó, reclamando que “ya está bueno de atropello y de descaro”.
Luego actualizó el mismo post y declaró que ya se le había brindado el servicio, del cual no había informado al instante porque no contaba con conexión a Internet, y agradeció el apoyo de todos los que le manifestaron solidaridad con su delicado caso familiar.
